Por Chine Labbé y Crispian Balmer
PARÍS (Reuters) - El presidente de Francia, François Hollande, pidió el lunes a Estados Unidos y Rusia unirse a una coalición mundial para destruir al grupo Estado Islámico tras los atentados en París, y horas más tarde aviones de combate franceses lanzaron nuevos ataques contra objetivos en Siria.
"Francia está en guerra", dijo Hollande a una sesión conjunta del Parlamento en el Palacio de Versalles, prometiendo aumentar los fondos para la seguridad nacional y fortalecer las leyes contra el terrorismo en respuesta a los atentados suicidas y tiroteos en los que murieron 129 personas.
"No estamos implicados en una guerra de civilizaciones porque estos asesinos no representan a ninguna. Estamos en guerra contra el terrorismo yihadista que amenaza a todo el mundo", afirmó en una atestada cámara.
Los parlamentarios respondieron a Hollande con una ovación en pie antes de cantar espontáneamente la "Marsellesa", el himno nacional galo, en una muestra de unidad política tras la peor atrocidad que Francia ha visto desde la Segunda Guerra Mundial.
Un portavoz del comando militar de Francia dijo a Reuters el martes que diez aviones de guerra de su país que despegaron de Emiratos Árabes Unidos y Jordania llevaron a cabo ataques aéreos nocturnos contra un centro de mando y un recinto de reclutamiento de yihadistas en el bastión de Estado Islámico en Raqqa.
Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad de los atentados coordinados del viernes, y dijo que fueron en represalia por la participación de Francia en los ataques aéreos liderados por Estados Unidos en Irak y Siria.
Hollande prometió que Francia intensificará los ataques contra Estado Islámico, y anunció que se reunirá con los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Rusia, Vladimir Putin, en los próximos días para instarles a que compartan recursos.
"Tenemos que combinar nuestras fuerzas para lograr un resultado cuya llegada ya es demasiado tardía", dijo el presidente.
La coalición liderada por Estados Unidos ha estado bombardeando a Estado Islámico durante más de un año. Rusia se sumó al conflicto en septiembre, pero responsables occidentales dicen que ha atacado principalmente a los combatientes respaldados por potencias extranjeras que luchan contra el presidente sirio, Bashar al Assad, y no a Estado Islámico.
En declaraciones en Turquía al mismo tiempo que hablaba Hollande, Obama calificó los ataques del viernes como un "revés terrible y repugnante", pero insistió en que la coalición liderada por Estados Unidos está logrando avances y descartó el envío de tropas terrestres.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, de visita en París para rendir un homenaje a los que murieron en los ataques, dijo: "Esta noche todos somos parisinos", y prometió que Estados Unidos permanecerá "hombro con hombro" junto a Francia. Kerry se reunirá con Hollande el martes en la mañana.
Gran parte de Francia respetó a mediodía un minuto de silencio en recuerdo de los fallecidos. El Metro se detuvo, los peatones se pararon en la calle y los oficinistas hicieron pausa a sus labores en sus escritorios.
Los investigadores identificaron a un belga con residencia en Siria como el posible cerebro tras los ataques, que tuvieron como objetivo bares, restaurantes, una sala de conciertos y un estadio de fútbol.
"El acto de guerra del viernes fue decidido y planeado en Siria, preparado y organizado en Bélgica y perpetrado en nuestro territorio con la complicidad de ciudadanos franceses", señaló Hollande.
La federación de fútbol de Bélgica dijo en un comunicado el lunes que suspendería por razones de seguridad un partido amistoso internacional entre las selecciones de Bélgica y España que iba a jugarse el martes en Bruselas.