PARÍS (Reuters) - Las fuerzas de seguridad francesas incrementaron la seguridad en lugares públicos el martes después de que tres hechos separados de violencia en tres días dejasen unos 30 heridos y reavivaran temores de ataques de radicales islámicos.
A última hora del lunes, un hombre impactó su camioneta contra un mercado de Navidad repleto de gente en la ciudad occidental de Nantes y provocó 10 heridos, dos de ellos de gravedad, antes de apuñalarse con un cuchillo. El atacante sobrevivió y estaba siendo interrogado por la policía.
Esto ocurrió un día después de que un hombre gritando "Allahu Akbar" (Dios es el más grande) hirió a 13 personas en un ataque similar en la ciudad oriental de Dijon.
El sábado, un atacante, también al grito de "Allahu Akbar", fue abatido a tiros después de apuñalar a tres agentes de policía en el centro del país.
"Lo que estamos viendo con los eventos en Dijon y Nantes es que están provocando reacciones iguales", dijo el primer ministro, Manuel Valls, tras ordenar el despliegue de 200 a 300 soldados adicionales para patrullar zonas como la avenida de los Campos Elíseos y los principales distritos comerciales de París.
Unos 780 soldados ya han sido desplegados para realizar patrullas de seguridad.
Francia ya está en alerta después de los llamamientos por parte de radicales islámicos que tuvieron lugar este año y que incitaban a atacar a sus ciudadanos e intereses en represalia por las actuaciones del Ejército francés en Oriente Medio y África.
Los fiscales han abierto una investigación terrorista para el primer ataque, después de que las pesquisas encontrasen lo que llamaron un "testamento religioso" escrito en el que el sospechoso invocaba la palabra en árabe para Dios, "Allah", para que le diera fuerza.
Las autoridades no están tratando los otros dos incidentes como terrorismo y han dicho que esos atacantes tenían problemas de salud mental.
Sin embargo, Valls dijo el lunes que Francia "nunca antes se había enfrentado a una alerta tan elevada vinculada al terrorismo".
El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, dijo esta semana que Francia había arrestado a 118 personas en sus esfuerzos por aplicar mano dura contra ciudadanos franceses que se fueron a combatir junto a yihadistas en Irak y Siria y vuelven a su país como potenciales amenazas para la seguridad.