(Reuters) - La conservadora Keiko Fujimori sigue liderando las encuestas para la primera ronda de la elección presidencial de Perú, pero aún se mantiene la lucha por el segundo lugar entre un candidato de centroderecha y otra de izquierda, mostraron el sábado los dos últimos sondeos de votación.
Fujimori, hija del encarcelado ex presidente Alberto Fujimori, obtuvo un 35,8 por ciento de los sufragios válidos en el sondeo de la encuestadora Ipsos -al que tuvo acceso Reuters- que tiene un margen de error de más/menos 1,2 puntos porcentuales.
El ex ministro de Economía Pedro Pablo Kuczynski, favorito de Wall Street, logró un 21,0 por ciento de los votos válidos, mientras que la diputada de izquierda Verónika Mendoza, que ha puesto nerviosos a los mercados financieros, recibió un 20,1 por ciento de las preferencias, según el estudio de Ipsos realizado el 9 de abril a unas 7.240 personas.
Ninguno de los candidatos obtendría más del 50 por ciento de los votos necesarios para ganar en las elecciones del 10 de abril y la presidencia se definiría en una segunda vuelta el 5 de junio entre los dos más votados.
Otro simulacro de votación, de la firma CPI, que tiene un margen de error de más/menos 1,7 puntos porcentuales, también mostró primera a Fujimori, con el 38,2 por ciento de los votos válidos.
Kuczynski logró un 19,9 por ciento de los votos válidos, mientras que Mendoza recibió un 18,9 por ciento, según el estudio de CPI realizado el 7 de abril a unas 3.250 personas.
Los directores de las cuatro mayores encuestadoras del país coincidieron el viernes en una conferencia con la prensa extranjera en que es probable que el resultado por el segundo lugar sea bastante ajustado, como se ha visto en elecciones pasadas.
Una segunda vuelta entre Fujimori y Kuczynski mantendría el actual modelo económico de libre mercado que se ha implementando en el país minero durante casi tres décadas.
Los mercados peruanos han sido sacudidos en los últimos días por la posibilidad de una segunda ronda entre Fujimori y Mendoza, debido a que la izquierdista ha planteado darle al Estado un rol más dominante en la economía y crear una nueva Constitución.