BUENOS AIRES (Reuters) - Un grupo de fiscales estará a cargo de llevar adelante la investigación sobre un atentado antisemita de hace 20 años en Argentina que hasta ahora desarrollaba el fiscal Alberto Nisman, quien apareció muerto en su casa tras acusar al Gobierno de encubrir a los responsables del ataque.
La muerte de Nisman, que se produjo el domingo 18 de enero, ocupa desde entonces la primera plana de los diarios locales ya que aún no está claro si fue un suicidio o un asesinato, en medio de una oscura trama que involucra a los servicios de inteligencia.
Tras reunirse con la jefa de los fiscales de Argentina, Alejandra Gils Carbó, un grupo de familiares de víctimas del atentado a la mutual AMIA de 1994 confirmó a periodistas que la investigación del hecho que llevaba a cabo Nisman seguirá en manos de un grupo de fiscales.
"Esto quizá sea un nuevo comienzo después de 21 años, y quizá este sea el último comienzo que nos lleve a un buen final, que nos lleve a saber quiénes son los responsables del atentado", señaló a periodistas Sergio Burstein, que representa a familiares de víctimas.
Muchos expertos reclamaban que la investigación del hecho no quedara en manos de un solo funcionario, ya que el caso implica presiones demasiado grandes. La bomba que destruyó la AMIA acabó con la vida de 85 personas.
En tanto, el único imputado en el caso de la muerte de Nisman, un colaborador suyo que le prestó el arma que acabó con su vida, dio una rueda de prensa y dijo que se arrepiente de su decisión.
"Él me dijo: 'ya no confío ni siquiera en la custodia'", señaló Diego Lagomarsino, que aseguró que Nisman le había pedido el arma para protegerse.
Lagomarsino, un técnico informático cercano a Nisman que trabajaba para él, dijo que "lamentablemente" accedió a llevarle su pistola calibre 22 en una de las dos visitas al apartamento del fiscal el sábado anterior a su muerte.
A su vez, su abogado dijo que, de probarse la veracidad del relato, la actuación de Lagomarsino no constituiría un delito.
"El prestar un arma a alguien que no es legítimo usuario puede ser delito (...) salvo que yo realice la conducta típica para colaborar con alguien que está sometido a un riesgo de vida", afirmó Maximiliano Rusconi, que representa al joven empleado de Nisman.
En tanto, la fiscal que investiga la muerte de Nisman -quien estuvo más de una década a cargo del caso por el atentado antijudío- dijo que la imputación de Lagomarsino es "muy genérica" y que por el momento no tiene previsto citarlo a prestar declaración indagatoria.
"No hay elemento alguno por el momento que lo pueda comprometer en un hecho doloso de gravedad", dijo a periodistas la fiscal Viviana Feins.
La Justicia argentina responsabiliza a varios iraníes -cinco de ellos alcanzados por circulares rojas de Interpol- por el ataque contra la mutual de la comunidad judía, pero Teherán niega toda vinculación con el caso.
La muerte de Nisman ocurrió apenas horas antes de una reunión con diputados en la que debía presentar los detalles de su denuncia de un supuesto plan secreto del Gobierno argentino para desviar la investigación en función de restablecer las relaciones comerciales y políticas con Irán.
Funcionarios del Gobierno y algunos expertos descalificaron la denuncia al considerar que no tiene elementos que prueben algún delito.