Por Krisztina Fenyo y Krisztina Than
BUDAPEST, 28 mar (Reuters) - Activistas de derechos humanos húngaros están instando a los votantes a impugnar sus papeletas para rechazar un referéndum del Gobierno sobre cuestiones LGBTQ+ que se celebra junto con las elecciones nacionales del domingo, diciendo que su aprobación reforzaría los prejuicios contra la comunidad LGBTQ+.
El primer ministro, Viktor Orban, un nacionalista que se enfrenta a una dura batalla para ser reelegido para un cuarto mandato consecutivo, ha propuesto un referéndum sobre la legislación del partido gobernante que limita la enseñanza de la homosexualidad y la transexualidad en las escuelas.
El referéndum se considera una réplica a la Comisión Europea, que ha emprendido acciones legales contra Budapest por la ley —aprobada el año pasado— que prohíbe el uso de materiales que se consideren que promueven la homosexualidad y el cambio de género en las escuelas, aparentemente como una medida para prevenir el abuso infantil.
Bruselas dijo que la normativa era discriminatoria y que contravenía los valores europeos de tolerancia y libertad individual.
Orban, quien ha tratado de promover políticas sociales que, según él, salvaguardan los valores cristianos frente al liberalismo occidental, situó las cuestiones de género y lo que él llama propaganda LGBTQ+ en las escuelas en el primer plano de su campaña.
Aunque la invasión de la vecina Ucrania por parte de Rusia ha pasado a ocupar el centro de la atención en el período previo a las elecciones del 3 de abril, el referéndum sigue siendo un pilar fundamental de las políticas de Orban, destinadas a movilizar a los votantes de su partido, el Fidesz.
"Estamos unidos y, por tanto, también ganaremos el referéndum con el que detendremos en nuestras fronteras la locura de género que recorre el mundo occidental", dijo Orban en un mitin el 15 de marzo.
Mientras el mensaje resuena entre los votantes conservadores, grupos de derechos humanos protestaron el domingo, levantando dos carteles gigantes en forma de "X" en Budapest para instar a la gente a emitir votos nulos en el referéndum, marcando dos veces cada pregunta en su papel. La propuesta no puede considerarse válida sin que al menos el 50% del electorado emita un voto válido.
"Este referéndum de propaganda discriminatoria (...) sólo refuerza la división en la sociedad y aumenta los prejuicios contra las personas LGBTQ+", dijo Luca Dudits, portavoz del grupo de derechos humanos Hatter Tarsasag, mientras repartía folletos de la campaña en la ciudad de Veszprem.
(Reporte de Krisztina Fenyo y Krisztina Than; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)