Nueva York, 13 ene (EFE).- La agencia de calificación Standard & Poor's (S&P) rebajó hoy la nota de la deuda a largo plazo de España en dos escalones, desde "AA-" hasta "A", con perspectiva negativa, lo que atribuyó al aumento de la crisis de la zona euro y al aumento de los costes de financiación del sector privado.
La acción, que también fue tomada contra otros ocho países de la eurozona, refleja "nuestra opinión sobre el impacto de la profundización de los problemas políticos, financieros y monetarios en la eurozona", señaló la agencia en un comunicado.
Explicó su decisión sobre ese grupo de países de la eurozona a factores como las restrictivas condiciones del crédito, el incremento de las primas de riesgo para un amplio grupo de países, un intento simultáneo de "desapalancamiento" de los Gobiernos y las familias, los pronósticos de débil crecimiento en la zona y una "amplia y prolongada disputa" entre los líderes europeos para solventar esos problemas.
Según Standard & Poor's, los acuerdos de la cumbre de la Unión Europea (UE) del 9 de diciembre se basan "en un reconocimiento únicamente parcial del origen de la crisis: que las actuales turbulencias financieras se derivan ante todo de los desequilibrios fiscales en la periferia de la eurozona".
Sin embargo, según la agencia los problemas de esa región europea tienen que ver "en igual medida", con los "crecientes desequilibrios exteriores y de las divergencias en competitividad" entre "el núcleo" de la zona euro y los llamados países "periféricos".
S&P precisó que "un proceso de reformas basado únicamente en el pilar de la austeridad fiscal tiene el riesgo de provocar su propio fracaso", al afectar sobre la demanda y, en última instancia, sobre los ingresos fiscales de esos países.
Igualmente se refirió a que los resultados de la última cumbre de la UE para atajar la crisis "no ha producido un cambio suficiente de la magnitud y amplitud" necesaria para ello, al tiempo que "no provee suficientes recursos adicionales o flexibilidad operativa" para reforzar los rescates.
En cuanto a la nota de España, la agencia explicó que ha sido degradada desde el sobresaliente bajo ("AA-") hasta el notable ("A") porque "los costes de financiación externa del país pueden mantenerse en niveles elevados durante un período de tiempo dilatado debido a unas necesidades brutas de financiación externa significativamente altas".
En concreto, Standard detalló los desequilibrios estructurales entre ahorro e inversión, los elevados niveles de deuda externa a corto plazo, y una carga de amortizaciones concentrada en la primera mitad de 2012.
Por otro lado, la firma aseguró que detrás de la rebaja española se esconden cambios regulatorios en el país, como "la expectativa de aumentos en las exigencias de reservas de capital de los bancos para respaldar sus carteras de valores y sus colocaciones interbancarias".
La agencia aludió también a la "incertidumbre respecto a la efectividad" de los seguros de impago de deuda (credit default swap o CDS) como instrumentos de cobertura.
Standard & Poor's, que al otorgar una perspectiva negativa sobre la deuda de España podría volver a degradarle la nota en 2012 ó 2013, aseguró sin embargo que el notable de España está apoyado en su economía "rica y relativamente diversificada, las reformas estructurales en marcha, y su moderada (aunque creciente) deuda neta".
La revisión a la baja de la calificación de la deuda española se produjo como parte de una acción que afectó a otros ocho países de la zona euro, entre ellos Francia y Austria, que han perdido su matrícula de honor de "AAA" para recibir ahora el sobresaliente alto "AA+".
La acción, que ha afectado también a Italia, Malta, Eslovaquia, Eslovenia, Portugal y Chipre -con esos dos últimos entrando en el llamado territorio basura-, se produce después de que el pasado 5 de diciembre la agencia pusiera bajo revisión la nota que le otorgaba a 15 de los 17 países de la zona euro.
Tras el análisis, los países que han logrado mantener su nota han sido Alemania, Bélgica, Estonia, Finlandia, Irlanda, Luxemburgo y Holanda. EFE