MADRID (Reuters) - El hallazgo de un féretro con las iniciales M.C. en la pequeña iglesia madrileña del siglo XVII donde se buscan los restos de Miguel de Cervantes ha dado esperanzas a los expertos de que puedan encontrarse ante la tumba del autor de El Quijote.
En el convento de las Trinitarias, en pleno centro de la capital española, forenses, historiadores y antropólogos trabajan desde abril del año pasado para tratar de determinar el lugar donde fue enterrado el autor español más universal, fallecido en 1616.
"Uno de los fragmentos de tabla de uno de los féretros tiene unas tachuelas con las letras M.C.", dijo el lunes el antropólogo forense Francisco Etxeberria, de la Sociedad Científica Aranzadi, en una rueda de prensa realizada junto al convento de las Trinitarias.
A pesar de asegurar que se sienten "emocionados", el experto se mostró cauto y pidió esperar a los resultados de las pruebas antropológicas, para los que no hay un plazo determinado.
"No podemos confirmar absolutamente nada de que hayamos encontrado a Cervantes, no podemos asegurar que éste sea el féretro de Cervantes tampoco, pero la realidad es que sí ha aparecido un féretro muy estropeado, muy degradado, y también con algunos huesos que están muy estropeados en ese nicho de la cripta", agregó sobre el descubrimiento realizado el fin de semana.
A diferencia de otros genios literarios, como su coetáneo británico William Shakespeare, el alemán Göthe o el francés Molière, Cervantes carece de una tumba que recuerde al autor más insigne de la literatura española.
Según Almudena García Rubio, osteoarqueóloga que trabaja en las excavaciones, en la cripta hay un mínimo de siete sepulturas y por el momento sólo se han abierto las dos primeras.
RESTOS DE MUJERES Y NIÑOS
En las sepulturas se han encontrado también restos infantiles y el esqueleto de alguna mujer, algo que es habitual en este tipo de criptas, afirmó. Los cadáveres conservan también restos de alguna vestimenta y del calzado de cuero.
"Por el momento no se contempla hacer pruebas de ADN, el primer paso es el estudio osteológico de los restos", dijo García Rubio en la rueda de prensa.
Dos placas - una colocada en 1870 por la Real Academia Española (RAE) en el exterior del recinto y otra en el interior de la iglesia - afirman que allí se encuentra este antiguo soldado, cuyas heridas en la batalla de Lepanto de 1571 entre otomanos y cristianos le dejaron inmovilizado el brazo izquierdo, lo que debería facilitar su identificación.
Cervantes pidió ser enterrado en esa iglesia por una vinculación con los trinitarios que nació cuando le ayudaron a salir de un cautiverio de cinco años en Argel con su hermano.
Casi cuatro siglos después de la publicación de la segunda parte de "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha", en abril de 2014, los expertos comenzaron los trabajos de localización a partir de las hipótesis de que los restos de Cervantes pudieran encontrarse en su tumba original, o que hubieran sido trasladados cuando se hicieron las obras de la nueva iglesia en 1673.
En el Convento de las Trinitarias Descalzas, de estilo barroco, residen actualmente alrededor de una docena de monjas de clausura, casi todas octogenarias.