Por Brian Love
PARÍS (Reuters) - Las huelgas de trabajadores ferroviarios y portuarios en Francia el miércoles redujo los servicios de trenes y provocó la cancelación de conexiones de ferry a Reino Unido, mientras los sindicatos intentan forzar al Gobierno del presidente François Hollande a retirar las reformas de la ley laboral.
Después de semanas de protestas en las que cientos de agentes han resultado heridos, la policía planea una manifestación propia para airear su frustración por el estrés producido después de enfrentamientos casi diarios con bandas de jóvenes violentos extremistas de los movimientos antirreforma.
Las huelgas de trenes del miércoles, que se extenderán hasta el viernes por la mañana, reducirán los servicios de alta velocidad e interurbanos al 40 ó 50 por ciento, también afectando con fuerza a las líneas locales y suburbanas, dijo la compañía estatal de trenes SNCF.
Brittany Ferries anunció cancelaciones masivas en las conexiones entre Reino Unido y el norte de Francia, donde los trabajadores portuarios también se unieron al paro.
Camioneros mantuvieron bloqueos en las carreteras el martes en un intento de evitar el envío de combustible y comida a los centros de distribución.
En el epicentro está una de las reformas estrella de Hollande a un año de las elecciones presidenciales, unos cambios en la ley diseñados para facilitar la contratación y el despido de empleados y excepciones al complicado reglamento nacional de convenios salariales dentro de las empresas.
El Gobierno de Hollande dice que el cambio animará a las empresas a contratar y combatir el desempleo que se ha mantenido por encima del 10 por ciento.
El líder socialista ha dicho que no se presentará a la reelección si no consigue mejorar el desempleo, pero los críticos dicen que la reforma socavará los estándares de protección mantenidos durante décadas por la ley laboral nacional.
El plan, al que se oponen tres de cada cuatro franceses según los sondeos, ha provocado semanas de violentas manifestaciones y ha añadido presión a la policía que ya estaba sobrecargada con la seguridad extra impuesta tras los ataques islamistas en Francia del pasado noviembre.