Por Bozorgmehr Sharafedin
DUBAI (Reuters) - Un importante clérigo musulmán suní de Irán dijo que la ejecución de islamistas suníes esta semana podría exacerbar las tensiones sectarias en la región del Golfo Pérsico, mientras que Teherán dijo que se limitó a adoptar una postura severa frente al terrorismo que recibe apoyo extranjero.
Irán ejecutó hasta 20 suníes kurdos acusados de perpetrar ataques contra fuerzas de seguridad. No hubo juicios públicos y los grupos de derechos humanos sostienen que las sentencias se habrían basado en confesiones forzadas.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, dijo a última hora del viernes que "acusaciones criminales demasiado amplias y vagas" han provocado "una grave injusticia".
Por su parte, el Ministerio del Exterior iraní expresó sorpresa ante las declaraciones.
"La República Islámica de Irán siempre ha tomado medidas políticas enérgicas para combatir a grupos terroristas regionales respaldados por países extranjeros", dijo el portavoz del ministerio, Bahram Qasemi, según informó la agencia estatal de noticias IRNA.
Molavi Abdolhamid, un importante clérigo suní en Irán dijo que las ejecuciones carecían de "reflexión y tolerancia" en un momento en que Irán y toda la región están sufriendo por el extremismo.
"Nuestro principal reclamo es que la sensible situación en nuestra región no ha sido considerada en estas ejecuciones", dijo Abdolhamid, considerado un líder espiritual de la minoría suní de Irán, en su sitio de internet.
Irán y Arabia Saudita, las dos potencias rivales de la región del Golfo Pérsico, se acusan mutuamente de intentar aprovechar las diferencias sectarias para sembrar el descontento en el otro país. En enero, Riad ejecutó a un prominente clérigo musulmán chií junto a una decena de militantes suníes, lo que generó indignación en Irán.