Por Federico Maccioni
MILÁN, 25 jul (Reuters) - Los incendios forestales obligaron a cerrar el aeropuerto de Palermo en Sicilia el martes, mientras el clima extremo seguía azotando Italia, con fuertes tormentas que causaron daños y al menos dos muertes en el norte del país.
El aeropuerto de la capital siciliana permanecerá cerrado hasta las 09.00 GMT, según informó su operador en Twitter (NYSE:TWTR), mientras los bomberos trabajaban para sofocar un gran incendio en una zona cercana que también interrumpió el tráfico local por carretera y ferrocarril.
El incidente agravó la situación de los viajeros en Sicilia en plena temporada turística. El aeropuerto de Catania, el principal aeropuerto de la isla y el quinto más grande de Italia, cerró la semana pasada debido a un incendio en un edificio de la terminal y sólo ha reabierto para unos pocos vuelos.
Una ola de calor azota el sur de Europa, con temperaturas abrasadoras que aumentan el riesgo de incendios y muertes.
En algunas zonas del este de Sicilia, las temperaturas alcanzaron el lunes los 47,6 °C, cerca del récord europeo de 48,8 °C registrado en la isla hace dos años.
El martes, Italia puso 16 ciudades en alerta roja por las altas temperaturas. Entre ellas se encuentran Palermo y Catania, donde en los últimos días han sido frecuentes los cortes del suministro eléctrico y de agua que las autoridades locales achacan en parte al calor.
Mientras tanto, en Milán una tormenta nocturna arrancó tejados y árboles, bloqueando carreteras e interrumpiendo el transporte subterráneo en la capital financiera de Italia.
Dos mujeres murieron el lunes y el martes en las provincias septentrionales de Monza y Brescia tras ser aplastadas por la caída de árboles.
El lunes, un vuelo de Delta con destino a Nueva York que había despegado del aeropuerto milanés de Malpensa resultó gravemente dañado por la granizada y se vio obligado a aterrizar en Roma.
Italia es uno de los países europeos más afectados por el cambio climático, y en mayo sufrió inundaciones mortales.
(Información de Federico Maccioni y Alvise Armellini; editado por Keith Weir; editado en español por Javi West Larrañaga)