BRASILIA (Reuters) - Un juez de Brasil ordenó el cierre de un paso limítrofe con Venezuela por el que cruzan los venezolanos que escapan de la crisis económica y la agitación política en su país, pero la frontera permanecía abierta el lunes a la espera del resultado de una apelación.
Cientos de venezolanos seguían entrando a Brasil, dijo un funcionario fronterizo.
El juez federal Helder Barreto ordenó el domingo cerrar la frontera hasta que el estado de Roraima pudiera establecer las condiciones "humanitarias" para recibir a este enorme y desordenado flujo. Pero la medida no ha entrado en vigor aún, a la espera de una apelación de los abogados del Gobierno brasileño.
Durante los últimos tres años, decenas de miles de venezolanos han llegado a Roraima, colapsando los servicios sociales y causando una crisis humanitaria con familias que duermen en las calles mientras aumentan los delitos y la prostitución.
El gobierno del estado decretó el jueves que los venezolanos que busquen servicios médicos y sociales en Roraima tendrían que presentar un pasaporte válido, algo que muchos refugiados no tienen.
Barreto dictó que la medida era "discriminatoria" y que iba contra las leyes brasileñas. El magistrado suspendió una provisión que permitiría deportar o expulsar a inmigrantes venezolanos con antecedentes, y ordenó la vacunación de los que ya fueron admitidos en Brasil.
No obstante, el juez ordenó la suspensión del ingreso de los venezolanos a Roraima hasta que el estado pueda alcanzar un equilibrio entre la llegada de inmigrantes y su salida hacia otras zonas de Brasil.
Siguiendo las recomendaciones del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Fuerza Aérea brasileña comenzó a trasladar a los inmigrantes venezolanos desde Roraima a otras ciudades de Brasil.
Hasta el momento, unos 820 venezolanos han sido trasladados desde Boa Vista, la capital del estado, por la Fuerza Aérea. Pero autoridades locales dicen que, de media, más de 500 venezolanos cruzan la frontera con Brasil cada día y muchos permanecen en Roraima por no poder pagar el desplazamiento a otras zonas.
(Información de Anthony Boadle; traducido por Ricardo Figueroa)