Por Alastair Macdonald
ESTRASBURGO (Reuters) - El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, instando a los europeos a mostrar humanidad y dignidad, dijo el miércoles que el Ejecutivo de la UE ofrecería una mejor protección a los refugiados, pero que también mejorará sus defensas fronterizas y deportará a más inmigrantes ilegales.
En su primer sobre el Estado de la Unión ante el Parlamento Europeo, Juncker esbozó un plan de emergencia para la distribución obligatoria de 160.000 refugiados entre los 28 estados miembros de la UE y prometió un mecanismo de asilo permanente para hacer frente a futuras crisis.
Instó a los europeos para acoger a los refugiados y no asustarse. Europa es un continente en el que casi todo el mundo había sido refugiado en algún momento u otro, y es lo suficientemente rica como para hacer frente a un desafío mucho más pequeño que el que afrontan los vecinos de Siria: Turquía, Jordania y Líbano.
"Europa hoy representa un lugar de esperanza. Esto es algo para estar orgullosos y no para temer", dijo el exprimer ministro de Luxemburgo en un maratoniano discurso de 80 minutos.
"La Europa en la que quiero vivir la ilustran los que quieren ayudar", agregó, denunciando los llamamientos para discriminar a los refugiados por su religión.
Situando el problema en lo alto de la lista de prioridades, por delante de la economía, Ucrania, el cambio climático y el referéndum británico sobre la pertenencia a la UE, Juncker dijo que la crisis fue causada por "la guerra, el terror y la inestabilidad en nuestro vecindario".
Reconoció que la Unión Europea estaba en mal estado, diciendo que "carece de Europa y que carece de Unión".
Juncker confirmó los planes de crear una lista común de "países seguros de origen", cuyos ciudadanos estarían sujetos a deportaciones por vía rápida si violan las leyes de inmigración de la UE.
También instó a los estados de la UE a permitir a los refugiados trabajar desde el primer día, mientras se procesan sus solicitudes de asilo.
Juncker, cuyas propuestas se enfrentan a la oposición de algunos gobiernos cuyos ministros de Interior se reunirán el lunes, también se comprometió a mejorar la gestión de las fronteras externas del bloque, reforzar su agencia fronteriza Frontex y dar "pasos hacia la creación de sistemas europeos de guardacostas y control de fronteras".
También propuso un "enfoque más eficaz para las devoluciones", frente a las quejas de que demasiadas personas que no tienen derecho al asilo entran en la Unión ilegalmente y permanecen dentro de sus fronteras, pese a procedimientos judiciales que dictaminan que deben regresar a sus países.
Juncker pidió esfuerzos para fortalecer el sistema de asilo común de la UE y un calendario de revisión del denominado sistema de Dublín, entre cuyas reglas se encuentra que las personas deben solicitar asilo solo en el estado en el que entran en primer lugar en la UE, lo que tensiona los recursos en los países de primera línea al sur y al este.
En respuesta a las críticas de las agencias de refugiados y migración, dijo que la UE "desarrollaría vías legales seguras para las personas necesitadas de protección" -reduciendo la tentación de arriesgar la vida en peligrosas travesías marítimas y redes de contrabando-, así como un plan permanente para reasentar a los refugiados de otras regiones y una mejor protección de los refugiados que viven en las regiones vecinas de Europa.
Asimismo, renovó una propuesta para revisar el sistema por el cual los trabajadores pueden solicitar la emigración a la UE, abordar la inquietud sobre el envejecimiento del continente que envejece que necesita para atraer a gente nueva.