WASHINGTON (Reuters) - El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo el domingo que Estados Unidos merece "el beneficio de la duda" para ver si puede alcanzar un acuerdo nuclear con Irán, lo que evitaría tener que recurrir a una acción militar para contener las ambiciones atómicas de Teherán.
Kerry también dijo que esperaba que el discurso planeado del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ante el Congreso el martes -en que advertirá en contra de un posible acuerdo nuclear con Irán- no se convierta en "un gran fútbol político".
Estados Unidos y sus socios internacionales están en negociaciones con Irán para contener su programa nuclear, pero Netanyahu ha planteado dudas sobre un posible acuerdo y sostiene que un Irán con armas nucleares sería una amenaza existencial para el Estado judío.
El líder israelí fue invitado a hablar esta semana por líderes republicanos del Congreso estadounidenses que no informaron antes al Gobierno del presidente Barack Obama.
En una entrevista con el programa "This Week" de la cadena ABC, Kerry dijo respecto a las negociaciones con Irán que "es mejor hacer esto a través de la diplomacia que tener que hacerlo a través de una estrategia militar que tengas que repetir una y otra vez y que todos creen que debería proceder después de que hayas agotado todos los remedios diplomáticos".
Kerry agregó que "no puedo prometer que podamos" alcanzar un acuerdo nuclear con Irán, "pero vamos a probar a ver si la diplomacia puede impedir o no que se cree esta arma, de modo que no tengamos que recurrir a medidas adicionales, incluyendo la posibilidad de una confrontación militar".
"Nuestra esperanza es que la diplomacia pueda funcionar. (...) Dado nuestro éxito en el acuerdo interino, creo que merecemos el beneficio de la duda para descubrir si podemos o no conseguir un acuerdo similarmente bueno respecto al futuro", comentó.
Kerry también dijo que Netanyahu es "bienvenido de hablar en Estados Unidos, obviamente", en referencia a la controversia que ha provocado ese discurso del líder israelí ante el Congreso estadounidense, que tendrá lugar sólo dos semanas antes de las elecciones en Israel.
Aumentan las señales de que el discurso podría dañar la sólida alianza de Israel y Estados Unidos.