Por Matt Spetalnick y Stephen Kalin
El CAIRO (Reuters) - El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, llamó el domingo a un renovado compromiso para lograr la paz en Oriente Medio y dijo que es posible lograr una coexistencia duradera entre Israel, los palestinos y todos sus vecinos.
Sin embargo, las perspectivas de una reanudación del proceso de paz parecían lejanas, pues Kerry no ofreció detalles sobre cómo reiniciar las negociaciones durante su discurso en una conferencia para la reconstrucción de Gaza realizada en El Cairo.
La última ronda de conversaciones de paz mediadas por Estados Unidos, presididas por Kerry, colapsaron en abril por las objeciones de Israel a un pacto de unidad política de los palestinos que incluye al movimiento islamista Hamas y a la oposición palestina a la incesante expansión de los asentamientos israelíes.
"De esta conferencia no sólo debe salir dinero, sino un compromiso renovado de todos para trabajar por la paz que cumpla con las aspiraciones de todos, para los israelíes, para los palestinos, para toda la gente de esta región", afirmó Kerry en la conferencia.
"Y les prometo el compromiso completo del presidente (Barack) Obama, mío y de Estados Unidos para intentar hacer eso", sostuvo.
Durante la conferencia, Kerry también anunció 212 millones de dólares adicionales en ayuda a los palestinos de la Franja de Gaza, que resultó gravemente dañada durante un conflicto con Israel en julio y agosto y en el que murieron 2.100 palestinos, la mayoría de ellos civiles.
Por el lado israelí, murieron 67 soldados y seis civiles.
En la guerra de siete semanas resultaron destruidas unas 18.000 viviendas e infraestructura vital. Los palestinos calculan el costo total de la reconstrucción en unos 4.000 millones de dólares en tres años.
Alemania también anunció el domingo que contribuirá con 50 millones de euros (63 millones de dólares) a los esfuerzos de reconstrucción en Gaza.
"No podemos permitir que la gente en Gaza se hunda en la desesperación", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, a través de un comunicado.
El embajador británico en Egipto, John Casson, declaró a Reuters que Londres entregaría 32 millones de dólares para la reconstrucción en Gaza.
PLAN DE PAZ ÁRABE
Egipto, el país más poblado del mundo árabe y que medió el actual cese al fuego entre Israel y los palestinos en agosto, usó la conferencia para renovar su llamado a un acuerdo de paz más amplio en Oriente Medio basado en una iniciativa árabe del 2002, que el Estado judío rechazó.
"Deberíamos convertir este momento en un punto de comienzo real para lograr una paz que asegure la estabilidad (...) y haga realidad el sueño de la coexistencia, y esta es la visión de la iniciativa de paz árabe", dijo el presidente de Egipto, Abdel Fattah al-Sisi, en su discurso de apertura.
La iniciativa de paz árabe fue presentada por Arabia Saudita en una cumbre de la Liga Árabe en Beirut en el 2002 y ofrece el reconocimiento total del Estado judío, pero sólo si Israel devuelve todas las tierras que capturó en la guerra de Oriente Medio de 1967 y acepta una "solución justa" para los refugiados palestinos.
También en declaraciones en El Cairo, el presidente palestino Mahmoud Abbas afirmó que la iniciativa de paz árabe del 2002 podría ser el marco para un nuevo plan abarcador para resolver el conflicto palestino-israelí.
Sucesivos gobiernos israelíes han rechazado la iniciativa árabe, pero el primer ministro Benjamin Netanyahu sugirió recientemente un mayor papel de los vecinos árabes de Israel en la búsqueda de la paz.
Decenas de países participan en la conferencia de El Cairo. La Autoridad Palestina espera que las medidas de un nuevo Gobierno de unidad para asumir el control en Gaza, controlada por Hamas, haga que acaudalados gobiernos donantes estén menos renuentes a aportar con fondos para la reconstrucción.
Israel y Estados Unidos consideran a Hamas una organización terrorista.
Los palestinos quieren establecer un Estado en Cisjordania y la Franja de Gaza, con Jerusalén Oriental como su capital.
Israel se retiró unilateralmente de Gaza en el 2005, pero ha seguido expandiendo asentamientos judíos en Cisjordania y Jerusalén Oriental.