Por Jason Szep
YEDÁ (Reuters) - El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, instará el jueves a los líderes árabes a que apoyen los planes del presidente Barack Obama a favor de una nueva campaña militar contra los extremistas del Estado Islámico, incluyendo ayuda con más derechos de sobrevuelo de aviones de guerra estadounidenses.
Responsables estadounidenses han lanzado la campaña contra el Estado Islámico como una lucha mundial contra los radicales islamistas y la amenaza que suponen más allá de Siria e Irak, sobre todo a través de combatientes extranjeros de casi todos los puntos del planeta.
Aunque Washington no ha identificado amenazas específicas dentro de Estados Unidos, las autoridades estadounidenses dicen que creen que sus combatientes podrían volver a sus países de origen y perpetrar ataques. La decapitación de dos periodistas estadounidenses cautivos el mes pasado también ha enfurecido a muchos ciudadanos, que quieren que Obama se vengue.
En una contundente medida de apoyo, Arabia Saudí ha acordado albergar campos de entrenamiento para rebeldes sirios moderados que son parte de la amplia estrategia de Obama para combatir a los extremistas, que ya han tomado más de un tercio de Siria e Irak, dijeron responsables de EEUU.
El acuerdo, esbozado por asesores de Obama la noche de su discurso al pueblo estadounidense subrayando su campaña contra el grupo islamista, parecía reflejar la profundidad de la preocupación saudí sobre la amenaza del Estado Islámico en la región.
Para subrayar lo que Kerry buscaría de sus socios regionales en una reunión de las potencias árabes y Turquía en Yedá, un alto cargo del Departamento de Estado dijo: "Podríamos necesitar una mejora de la localización y los sobrevuelos (...) va a haber pronto una reunión de ministros de Defensa para trabajar en esos detalles".
Un permiso más amplio de sobrevuelo de los estados de la región elevaría la capacidad de la aviación estadounidense de atacar artillería antiaérea operada por Estado Islámico en Irak y Siria, y si fuera necesario imponer en una zona de no vuelo.
Arabia Saudí, el país suní más rico, consideró este año al Estado Islámico como una organización extremista, pero le preocupa que el foco sobre el grupo distraiga de lo que considera con una mayor amenaza regional que la que procede de la chií Irán.