(Reuters) - Los adultos mayores que valoran la actividad sexual y la practican tienen mejor vida social y mayor bienestar psicológico, indicó un estudio elaborado en Escocia.
Los adultos mayores dijeron que "extrañan y quieren tener conductas sexuales, ya sea un beso o relaciones de pareja", dijo la coautora del estudio, Taylor-Jane Flynn.
"Para muchos, esas conductas siguieron siendo un elemento importante de su vida", añadió.
Flynn, psicóloga y doctoranda de Glasgow Caledonian University, dijo que su trabajo como asistente de salud de los adultos mayores inspiró el estudio.
Aunque la calidad de vida es clave para los adultos mayores, la sexualidad rara vez se estudia, según una publicación en Age and Ageing de Flynn y Alan Gow, profesor asociado de psicología de la Universidad de Heriot-Watt, Edimburgo.
El equipo convocó a 133 escoceses mayores de 65 años con cuestionarios que distribuyeron en clubes, pequeñas empresas y grupos locales. La mitad de los participantes convivía con su pareja.
Con el cuestionario, los autores preguntaron con qué frecuencia los participantes tenían seis conductas sexuales: tocarse/sostenerse las manos, abrazarse, besarse, acariciarse sexualmente, masturbarse y tener relaciones sexuales.
Los participantes también calificaron la importancia de esas conductas para ellos con una escala de cinco puntos: de "nada importante" a "muy importante".
Además, los cuestionarios evaluaron la calidad de vida de los participantes de acuerdo con el estado de salud física, la salud mental, las relaciones sociales y el ambiente.
El 75-89 por ciento se besaba, se abrazaba y se sostenía las manos o se tocaba. Los hombres y las mujeres coincidieron en la frecuencia y la importancia de las conductas sexuales para la calidad de vida.
Aunque las personas con actividad sexual frecuente también le atribuían mucha importancia, el análisis reveló que ambos factores estaban asociados con distintos aspectos de la calidad de vida.
Los participantes con conductas sexuales más frecuentes le atribuyeron a sus relaciones sociales una mayor calidad, mientras que las personas que le asignaron más importancia a la actividad sexual registraron una mayor calidad de vida psicológica.
Pero, en general, el estado de salud de los adultos mayores fue lo que más influyó en todos los aspectos de la calidad de vida.
John DeLamater, profesor de sociología de University of Wisconsin, Madison, consideró que el hecho de que la convocatoria de los participantes se hiciera a través de sitios comunitarios, adonde concurren los adultos mayores más saludables y activos, podría sesgar los resultados.
"Si son más saludables (lo que los resultados demuestran que está asociado con la calidad de vida), probablemente estén más activos sexualmente", indicó DeLamater por e-mail.
En las personas que siempre valoraron la sexualidad, "continuarla protege de la sensación de envejecimiento y pérdida, y de continuidad si se está en una relación de pareja prolongada", dijo.
Eso explicaría la relación entre el sexo y el bienestar que detectaron los autores, resaltó.