BRUSELAS (Reuters) - La Comisión Europea rechazó las críticas de que ha sido lenta a la hora de abordar la crisis migratoria en Europa, afirmando el viernes que no era Bruselas, sino las diferencias entre estados miembros, las que frenaban una acción conjunta.
Preguntada por unas declaraciones del ministro alemán del Interior, Thomas de Maiziere, sobre que las "instituciones europeas" eran demasiado lentas a la hora de reaccionar a los números récord que llegaban a las fronteras de la UE, una portavoz de la Comisión Europea dijo a los periodistas que las propuestas del Ejecutivo habían de encontrar aún el pleno apoyo de los gobiernos.
"Todas las propuestas están sobre la mesa", dijo Annika Breidthardt. "Es momento de que los países miembros las adopten", añadió.
"Sólo podemos lograrlo si trabajamos conjuntamente en esto, no unos contra otros", añadió, señalando que la Comisión había presentado una estrategia global en mayo. "Ciertamente no somos los que se han puesto en el camino de la aplicación".
En junio, los gobiernos de la UE rechazaron la propuesta del presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, de establecer cuotas obligatorias para que los estados se hagan cargo de las decenas de miles de refugiados e inmigrantes que llegan a las costas de Italia y Grecia.
Las negociaciones continúan respecto a la forma de compartir la carga, pero también están marcadas por recriminaciones mutuas entre los países sobre sus esfuerzos para proteger las fronteras externas del bloque y respetar las normas que mantienen abiertas las internas.
"La Comisión ha trabajado día y noche durante el verano para apoyar a los países miembros", dijo Breidthardt, señalando el apoyo económico a Grecia y otros países, además del trabajo técnico para procesar a los recién llegados y para incrementar los esfuerzos para devolver a sus países de origen a quienes no huyen de un peligro inminente.