Por Belinda Goldsmith
LONDRES (Fundación Thomson Reuters) - La crisis del ébola en África occidental, que se cobró su primera víctima hace un año, probablemente dure hasta finales de 2015, según un científico que ayudó a descubrir el virus.
Emile Ouamouno, de dos años, falleció en la alejada aldea de Meliandou, en el sur de Guinea, el 28 de diciembre del año pasado tras sufrir fiebre, dolor de cabeza y diarrea. Su hermana de tres años, su madre y abuela murieron días después.
Esos decesos pasaron desapercibidos y la enfermedad se propagó sin ser detectada, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). No fue hasta marzo cuando los responsables sanitarios en Guinea comenzaron a darse cuenta de que estaba sucediendo algo preocupante.
El ébola nunca se había detectado en África occidental y tomó un tiempo reconocer el inicio de lo que se ha convertido en el peor brote del virus, con más de 7.500 muertos y casi 19.500 infectados en Guinea, Sierra Leona y Liberia.
En agosto, la OMS declaró que la epidemia era una "emergencia de salud pública de preocupación internacional".
Peter Piot, director de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y parte de un equipo que descubrió el ébola en 1976, dijo que se estaban registrando avances en el intento por detener la propagación del virus, pero que llevará tiempo desarrollar vacunas.
"Esta será una epidemia con un recorrido muy largo y desigual (...) necesitamos estar listos para un esfuerzo sostenido y largo (para) probablemente el resto de 2015", declaró Piot el miércoles a la BBC.
La fiebre hemorrágica, que produce vómitos, diarrea y sangrados, se propaga por el contacto con fluidos corporales del enfermo.
Científicos que estudian el ébola desde su hallazgo en Zaire -actual República Democrática del Congo- en 1976 han sospechado desde hace tiempo que murciélagos de la fruta serían los portadores naturales de la enfermedad.
Piot, que acaba de volver de Sierra Leona, afirmó que el virus registró su mayor índice de mortalidad en Liberia, donde se ha cobrado la vida de cerca de 3.376 personas, según cifras de la OMS.
Agregó que probablemente alcance un punto álgido en Sierra Leona en las próximas semanas, donde ya ha provocado la muerte de 2.556 personas hasta el momento y donde se han registrado cerca de la mitad de todos los casos confirmados.
Tratamientos simples, como fluidos intravenosos y antibióticos, han reducido las tasas de mortalidad en Sierra Leona hasta uno de tres, en comparación con cerca de un 70 por ciento previo, explicó Piot.
"Se han establecido centros de tratamiento en el país con la ayuda británica. Ya no se ve gente muriendo en las calles", declaró el especialista, quien antes criticó la lenta respuesta de la OMS ante el brote.
El experto también dijo que el desarrollo de una vacuna era esencial "de modo que cuando haya otra epidemia o incluso cuando esta epidemia se prolongue por un largo tiempo, tengamos esa vacuna disponible".
Esta semana, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos otorgó contratos a NewLink Genetics Corp y a GlaxoSmithKline Plc para un desarrollo más veloz de vacunas.