23 jul (Reuters) - Los enfrentamientos estallaron el domingo en partes de Sudán en el centésimo día de guerra, mientras los intentos de mediación de las potencias regionales e internacionales no logran encontrar una salida a un conflicto cada vez más insoluble.
Los combates comenzaron el 15 de abril, en medio de una disputa por el poder entre el ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). Desde entonces, más de 3 millones de personas han quedado desarraigadas, entre ellas más de 700.000 que han huido a países vecinos.
Unas 1.136 personas han muerto, según el Ministerio de Sanidad, aunque las autoridades creen que la cifra es mayor.
Ni el ejército ni la RSF han podido cantar victoria, ya que el dominio de las fuerzas paramilitares sobre el terreno en la capital, Jartum, se enfrenta a la potencia de fuego aéreo y de artillería del ejército.
Las infraestructuras y el gobierno de la capital se han desmoronado, mientras que los combates se han extendido hacia el oeste, especialmente a la frágil región de Darfur, así como hacia el sur, donde el grupo rebelde SPLM-N ha intentado ganar territorio.
Durante el fin de semana, la RSF se desplazó a aldeas del estado de Gezira, directamente al sur de Jartum, donde el ejército realizó ataques aéreos contra ellas, según testigos.
En Nyala, una de las mayores ciudades del país y capital de Darfur del Sur, los enfrentamientos continúan desde el jueves en zonas residenciales, según los testigos. Al menos 20 personas han muerto, según fuentes médicas. Naciones Unidas afirma que 5.000 familias han sido desplazadas. Los residentes afirman que se han saqueado instalaciones clave.
"Las balas vuelan hacia las casas. Estamos aterrorizados y nadie nos protege", dijo Salah Abdallah, de 35 años.
Los combates dieron paso a ataques étnicamente selectivos por parte de las milicias árabes y la RSF en Darfur Occidental, de donde cientos de miles de personas han huido hacia Chad.
Los residentes también han acusado a los soldados de la RSF de saquear y ocupar amplias zonas de la capital. La RSF ha dicho que investigará los hechos.
Aunque las dos partes se han mostrado abiertas a los esfuerzos de mediación dirigidos por actores regionales e internacionales, ninguno ha dado lugar a un alto el fuego sostenido.
Ambas partes enviaron delegaciones para intentar reanudar las conversaciones en Yeda, que dieron lugar a altos el fuego a menudo violados. No obstante, el ministro de Relaciones Exteriores sudanés declaró el viernes que las conversaciones indirectas no habían comenzado en serio.
Los líderes del ejército y de la RSF dirigían un consejo conjunto desde la destitución de Omar al-Bashir en 2019 y divergían sobre los planes para una transición a la democracia.
(Reporte de Khalid Abdelaziz en Dubái, Nafisa Eltahir en El Cairo y Mohamed Nureldin Abdallah en Jartún; editado en español por Carlos Serrano)