Por Axel Bugge
LISBOA (Reuters) - Los partidos de izquierda portugueses tratarán de derrocar el martes al Gobierno minoritario de centro derecha en una votación parlamentaria, como parte de una campaña para implantar su propio Ejecutivo liderado por socialistas que pretenden poner fin a años de dura austeridad.
La idea de un Gobierno respaldado por los comunistas y otros partidos de extrema izquierda ha asustado a los inversores y amenaza con echar a perder la frágil recuperación económica en Portugal, que salió de un rescate internacional hace tan sólo un año.
La bolsa portuguesa caía un 2 por ciento a primera hora después de retroceder el lunes más de un 4 por ciento. La rentabilidad de los bonos se ajustaba ligeramente, tras caer 20 puntos el día anterior.
La coalición de centro derecha del primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho ganó las elecciones con mayoría de votos el 4 de octubre y hace una semana juró de nuevo su cargo.
Sin embargo, su coalición carece de mayoría parlamentaria y la suma de votos de los tres partidos de centro izquierda - el principal partido socialista de la oposición, los comunistas y el bloque de izquierda - les supera.
En un inesperado movimiento que no se veía desde la restauración de la democracia hace cuatro décadas, los tres partidos de izquierdas acordaron cooperar conjuntamente para rechazar el nuevo programa del Gobierno en una votación que tendrá lugar el martes por la tarde. Lo que hará forzar la renuncia de Passos Coelho.
"La izquierda se mantendrá unida y rechazará el programa de Passos Coelho, forzando al primer ministro a dimitir", dijo en un informe Antonio Barroso, vicepresidente de Teneo Intelligence, un analista de riesgo político.
En lo que podría ser un proceso largo y económicamente perjudicial, el presidente Anibal Cavaco Silva podría instar al Gobierno de Passos Coelho a que permanezca como interino a la espera de la celebración de elecciones el año que viene o invitar al líder socialista Antonio Costa a formar un Gobierno de izquierda.
Si Costa forma un Gobierno con los comunistas y el bloque de izquierda, sería la primera vez que el Gobierno de Portugal incluye partidos de extrema izquierda, desde la restauración de la democracia en 1974, tras décadas de dictadura ultra derechista, dijo Barroso.
"Las posibles consecuencias derivadas de este experimento no están nada claras, pero es muy probable que sean muy negativas para los mercados", añadió.
Los socialistas podrían dar marcha atrás a las reformas y recortes aprobados durante la crisis de deuda de Portugal y su rescate, a pesar de que se han comprometido a cumplir con los objetivos establecidos por Europa.