Por Gloria Dickie
LONDRES, 1 nov (Reuters) - Las aves tropicales, desde el martín pescador al chochín pasando por la curruca, muestran signos de contaminación por mercurio a medida que las explotaciones auríferas artesanales y a pequeña escala se adentran en la selva, muestra un nuevo estudio.
Según el estudio publicado el martes en la revista Ecotoxicology, las concentraciones de mercurio de las aves que viven a 7 km (4 millas) de estas actividades mineras son cuatro veces superiores a las de las que viven en otros lugares de los trópicos de América Central y del Sur.
"Es una llamada de atención para la conservación de las aves de los trópicos a escala internacional", afirma Chris Sayers, autor principal del estudio y biólogo conservacionista de la Universidad de California en Los Ángeles.
La biodiversidad de las aves tropicales ha disminuido en las últimas décadas, pero los científicos no saben muy bien por qué. "A juzgar por los niveles observados, es razonable pensar que el mercurio puede estar influyendo", afirma Sayers.
Durante un periodo de 17 años que finalizó en 2023, docenas de científicos recogieron miles de muestras de plumas, sangre y tejidos de 322 especies de aves de nueve países de América Central y del Sur y de las Antillas, creando la mayor base de datos del mundo hasta la fecha sobre concentraciones de mercurio en aves.
La investigación se suma a la creciente comprensión de cómo el mercurio, utilizado por los mineros del oro para separar el metal precioso de los sedimentos, está afectando a la fauna de los trópicos.
La extracción artesanal de oro suele realizarse ilegalmente en zonas protegidas o de manera informal fuera de las reservas, pero sin permiso explícito del gobierno.
A principios de este año, Reuters informó por primera vez que los científicos habían encontrado mamíferos, desde monos titi a ocelotes, con signos de contaminación por mercurio cerca de una zona de alta actividad de la minería del oro en Perú.
Se ha comprobado que absorber o ingerir agua o alimentos contaminados con mercurio provoca enfermedades neurológicas, inmunitarias y fallos reproductivos en los seres humanos y en algunas aves.
Las aves son el "canario en la mina de oro", dijo Sayers, ya que son sensibles a la contaminación por mercurio y fácilmente accesibles, lo que permite a los científicos tomar la temperatura de la salud general del ecosistema.
Las muestras recogidas revelaron algunas de las mayores concentraciones de mercurio jamás registradas en aves cantoras. Las aves que comían carne o vivían en hábitats acuáticos también presentaban los niveles más altos de mercurio.
Entre los lugares más contaminados por mercurio se encontraban Madre de Dios, en Perú, y Ayapel, en Colombia, centros de extracción artesanal de oro.
Los científicos especulan que podría deberse a las emisiones gaseosas de mercurio procedentes de la incineración en vertederos locales o de la combustión de carbón en la región circundante.
(Reporte de Gloria Dickie en Londres; Editado en Español por Ricardo Figueroa)