Por Tom Miles
GINEBRA (Reuters) - Irak debería poner fin al extendido uso de la pena de muerte, cuya aplicación es injusta, está llena de errores y sólo incentiva la violencia que busca controlar, dijo Naciones Unidas en un informe divulgado el domingo.
Sesenta personas fueron ahorcadas en Irak hasta agosto durante este año, y aunque la cifra es mucho menor a las 177 que fueron ejecutadas en 2013, existen 1.724 reclusos condenados a la pena máxima.
Irak tiende a aplicar la sentencia de muerte en grupos debido a que el presidente Jalal Talabani se opone a la pena, de modo que el vicepresidente ordena las ejecuciones cuando éste está fuera del país, dijo el informe, publicado en conjunto por la misión de la ONU en territorio iraquí y la agencia de derechos humanos de la organización.
A menudo los jueces emiten sentencias a muerte en base a testimonios contradictorios o informantes secretos, condenando a sospechosos que no están al tanto de sus derechos, que pudieron haber sido torturados o que carecieron de un abogado defensor hasta llegar a la corte, dijo el reporte.
"Lejos de aplicar justicia para las víctimas de actos de violencia y terrorismo y sus familias, los errores judiciales simplemente exacerban los efectos de la criminalidad ante la posibilidad de ejecutar a una persona inocente, minando cualquier acto de justicia que las víctimas o sus familias puedan percibir", señaló el informe.
Algunos familiares de los condenados dicen que se les ha ofrecido la oportunidad de eludir la pena de muerte con la contratación de un abogado particular por 100.000 dólares, mientras que muchas mujeres detenidas dicen que fueron arrestadas en lugar de un pariente varón, agregó el informe.