Por Lincoln Feast
SÍDNEY (Reuters) - La policía australiana mató a tiros a un adolescente después de que este apuñalara a dos oficiales antiterroristas, días después de unas redadas que involucraron a cientos de agentes y que frustraron un supuesto complot para decapitar a una persona al azar.
Australia, un aliado incondicional de Estados Unidos y su acción contra el Estado Islámico en Irak y Siria, está en alerta máxima por ataques de milicianos locales que vuelven de luchar en Oriente Próximo.
La seguridad ha sido reforzada en lugares públicos, incluyendo la Casa del Parlamento en Canberra, donde la policía está armada con rifles de asalto, y en los principales acontecimientos deportivos.
Al hombre de 18 años de edad, cuyo pasaporte fue suspendido hace semanas, se le pidió que asistiera a una comisaría de policía en el estado sureño de Victoria la noche del martes debido a que su comportamiento era "motivo de preocupación", dijo la policía.
"Era una reunión planificada que debía tener lugar en la comisaría de Endeavour Hills. Cuando dos agentes de policía se le acercaron, fueron apuñalados, uno muy seriamente", dijo el comisario jefe de Policía de Victoria, Ken Lay, a la prensa el miércoles.
"Uno de los policías heridos disparó su arma de fuego, hiriendo fatalmente al joven de 18 años de edad", agregó.
La policía dijo que el hombre había estado exhibiendo una bandera vinculada al grupo miliciano Estado Islámico en un centro comercial local y que había sido "de interés" para la policía desde hace meses.
Medios locales informaron de que era de origen afgano y que había gritado insultos contra el primer ministro Tony Abbott y el Gobierno antes de que le dispararan.
"Puedo decir que el individuo en cuestión era un sospechoso conocido de terrorismo que era una persona de interés para la policía y las agencias de inteligencia", dijo el miércoles a la prensa el ministro de Justicia Michael Keenan.
Ambos oficiales atacados se encontraban estables en el hospital el miércoles, y uno de ellos fue operado tras ser apuñalado en la cabeza, el estómago y el cuello.
A principios de esta semana, Abbott advirtió a los australianos que el equilibrio entre la libertad y la seguridad "podría tener que cambiar" al describir unos poderes amplios que serán revisados por el Parlamento el miércoles.