TÚNEZ (Reuters) - Varios miles de policías tunecinos protestaron frente a la oficina del primer ministro el jueves, coreando y demandando un salario más alto y mejores condiciones de trabajo al enfrentarse a militantes islamistas con el blanco fijado en las fuerzas de seguridad.
Al grito de "váyase" y "denos nuestros derechos", los protestantes se congregaron cerca de la oficina del primer ministro en la segunda manifestación de la policía en el último mes para poner a prueba al primer ministro Habib Esid, cuyo gobierno ya está intentando apaciguar las tensiones por las revueltas por el empleo el mes pasado.
"Hemos salido por segunda vez, ya que el Gobierno no quiere entender. Estamos exigiendo nuestro derechos económicos, un salario mejor y subsidios por riesgo laboral que merecemos", dijo a Reuters el secretario general del sindicato de policía, Chokri Hamada.
Desde el levantamiento de 2011, Túnez se ha visto como un modelo de transición democrática con elecciones libres y una nueva constitución, pero su progreso económico para reformar el gasto público, reducir el déficit y crear empleos se ha demorado.
El Gobierno se enfrenta ahora a incrementados desafíos, entre ellas una división en el partido en el poder, Nidaa Tounes, una persistente revuelta de islamistas militantes, una débil economía y la explosión el mes pasado de tensiones sociales entre los jóvenes por temas de trabajo y oportunidades laborales.
Miles de hombres jóvenes salieron a la calle para protestar tras el suicidio de un hombre desempleado cuando le negaron un trabajo. Ello provocó protestas y revueltas a lo largo del país hasta que el Gobierno declaró un toque de queda.
El Estado Islámico también está haciendo incursiones en Túnez, con dos grandes ataques el año pasado en un hotel de Susa y un museo de la ciudad de Túnez, ambos con turistas extranjeros como blanco, como una manera de golpear la industria del turismo, que es una gran fuente de empleo e ingresos.