Por Francois Murphy
BOLZANO, Italia (Reuters) - Casi un siglo después de que los vencedores de la Primera Guerra Mundial cambiaran las fronteras y adjudicaran la provincia de Tirol del Sur a Italia, la región de habla mayoritariamente alemana se prepara para controles en la frontera que la separa de Austria.
La gente en esta pintoresca zona de los Alpes, muchos de los cuales quieren una unión cada vez más estrecha con el Tirol austriaco, suelen cruzar la frontera con Austria sin encontrar obstáculos para hacer compras, trabajar y estudiar, gracias al acuerdo de Schengen que mantiene abiertas las fronteras en la Unión Europea.
Pero ante la previsión de la llegada de cientos de miles de refugiados que podrían optar por cruzar el Mediterráneo para llegar desde África a Italia en los próximos meses, Austria ha dicho que va a introducir controles fronterizos en el puerto de Brenner, una de las principales vías de tránsito en los Alpes, si el flujo de migrantes lo requiere.
"Tenemos que ser realistas. Cuando ves que comienzan a construir, significa que van a implantar controles", dijo Alfred Aberer, el presidente de la Cámara de Comercio en Bolzano, la capital del Alto Adige como se llama la provincia en Italia.
Las obras comenzaron esta semana para levantar las instalaciones necesarias para acoger las multitudes e inspeccionar los vehículos en el puerto de Brenner. Los controles, de introducirse, ralentizarán el tráfico en la vía de comunicación más importante entre Italia y Alemania, su principal socio comercial.
Roma ha condenado los preparativos en el otro lado de la frontera y la Comisión Europea ha expresado su preocupación. En el Alto Adige, hay comprensión y incertidumbre, pero aún no creen que su provincia podría convertirse un nuevo centro neurálgico en la crisis de los refugiados en Europa.
"Es demasiado pronto para decir qué escenarios pueden producirse," dijo el gobernador del Tirol del Sur, Arno Kompatscher, a Reuters tras una conferencia de prensa que fue ofrecida -- como todos los asuntos del gobierno regional -- simultáneamente en italiano y alemán.
El propio gobierno en Roma jugará un papel importante en este proceso. Mucho dependerá de si permite a los inmigrantes que llegan a la costa Sur de Italia continuar su viaje hacia Alemania. Eso, a su vez, depende también de si la UE puede organizar la repatriación de los inmigrantes a países como Libia o su redistribución dentro de los países europeo.
"Estamos preparando lo que nosotros, la pequeña provincia del Tirol del Sur, podemos gestionar y seguimos insistiendo en encontrar una solución europea común", dijo Kompatscher.
"El Brenner es de enorme importancia política para nosotros", dijo. "El puerto (de montaña) de Brenner es un símbolo de la unificación de Europa ... y, para nosotros, especialmente, la reunificación de la región histórica del Tirol".
Por el momento, pocos migrantes están recorren Italia del Sur al Norte y los que lo hacen, suelen tomar el tren, que también pasa por el Brenner, dijo la responsable de Asuntos Sociales del gobierno regional, Luca Critelli, a Reuters.
"De momento, todo está relativamente tranquilo", dijo para añadir que a provincia sólo podía acoger a un par de centenares de refugiados.
Desde el punto de vista económica, las repercusiones de los controles fronterizos podrían ser significativos. La provincia, que cuenta con medio millón de habitantes, recibe cada año en torno a seis millones de turistas al año, la mayor parte de ellos vienen de Alemania.
"Es lógico que haya preocupación, temor en el sector hotelero y en la gastronomía", dijo Aberer. "Podría haber retrasos en la frontera y por eso menos gente vendría a pasar sus vacaciones aquí".
Un descenso del uno por ciento del número de turistas
mermaría los ingresos del sector en unos 30-35 millones de euros, añadió Aberer.
Alrededor de 10 millones de automóviles y dos millones de camiones pasan cada año por el puerto de Brenner.
Pero no todos creen que las medidas tendrán consecuencias graves. Austria se ha comprometido a reducir a un mínimo las interrupciones de tráfico.
"Honestamente, creo que hay mucho ruido de sables en esto", dijo Thomas Baumgartner, el propietario y director ejecutivo de Fercam, una empresa de logística con sede en Bolzano.
Su empresa, la mayor compañía de transporte de Italia, hace aproximadamente 200.000 envíos por camión al año, la mitad de los cuales pasan por Brenner.
"Estoy seguro que Austria quiere ejercer presión sobre la UE para que proteja las fronteras exteriores.
Otros, sin embargo, son menos optimistas.
"Para nosotros, sería una pequeña catástrofe", dijo Arnold Huber, un pastor de cabras que vende queso, yogur y embutidos en un mercado en el casco antiguo de Bolzano. Necesitamos el turismo. Si no tenemos el turismo, no hay nada".