Por Catarina Demony
LISBOA, 16 jun (Reuters) - El aumento de la producción de nuevas y potentes drogas en Europa, que pueden provocar intoxicaciones y muertes, exige una mayor inversión en servicios y políticas más estrictas contra las sustancias ilícitas, según un estudio del bloque publicado el viernes.
El informe de el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT), con sede en Lisboa, señala que la escala y la complejidad de la producción de drogas ilícitas en Europa van en aumento y que los consumidores están ahora expuestos a una gama más amplia de sustancias psicoactivas.
Esta situación agrava "complejos problemas políticos", como la falta de vivienda y la delincuencia juvenil.
Según el informe, en la actualidad casi todo lo que tiene propiedades psicoactivas puede utilizarse como droga. Aparecen en el mercado a menudo mal etiquetadas o en mezclas, señaló el director del OEDT, Alexis Goosdeel.
Algunas de esas sustancias son los cannabinoides sintéticos, las catinonas y los opiáceos. A finales de 2022, el OEDT controlaba unas 930 nuevas sustancias psicotrópicas.
En un comunicado, la Comisaria de Asuntos de Interior de la UE, Ylva Johansson, dijo estar "profundamente preocupada (...) por las sustancias que se consumen hoy en Europa, que pueden ser aún más perjudiciales para la salud que en el pasado".
Según el OEDT, las personas que consumen nuevas drogas sintéticas pueden correr un mayor riesgo de sufrir daños para la salud, incluidas intoxicaciones y muertes, ya que éstas pueden venderse en polvos o pastillas de aspecto similar, por lo que los consumidores pueden no ser conscientes de lo que están tomando.
Goosdeel dijo que el informe es "un duro recordatorio de que los problemas de drogas ilícitas pueden encontrarse en toda nuestra sociedad", y pidió que se invirtiera más dinero en servicios sanitarios para satisfacer necesidades más diversas y complejas.
Afirmó que se necesitan más servicios, como salas de consumo o servicios de comprobación de drogas, para ayudar a mitigar los riesgos para la salud derivados de las nuevas sustancias y mezclas, y que se debe alertar a los usuarios de los riesgos asociados al consumo de estas drogas.
La agencia señaló que, en general, la cobertura y el acceso a las intervenciones de "reducción de daños" seguían siendo insuficientes en algunos países de la UE.
(Reporte de Catarina Demony; Edición de Aislinn Laing, William Maclean, editado en español por José Muñoz)