Por Tom Miles y Suleiman Al-Khalidi
GINEBRA (Reuters) - Los negociadores del gobierno sirio en las conversaciones de paz de Ginebra están recibiendo una presión inusual para debatir sobre un tema que está muy lejos de su zona de confort: la suerte del presidente Bachar Al Asad. Y están haciendo todo lo posible por evitarlo.
El mediador de la ONU Staffan de Mistura describe la transición política en Siria como "la madre de todas las cuestiones" y, envalentonado por el poder de Rusia y EEUU que llevó a los participantes a la mesa de negociación, se niega a abandonar el tema.
Después de una semana de conversaciones en Ginebra, alabó a la oposición por la profundidad de sus ideas, pero criticó a los veteranos diplomáticos en el lado del gobierno por atascarse.
"El gobierno se está centrando actualmente en gran medida en los principios, que son necesarios en cualquier tipo de terreno común en la transición", dijo. "Pero espero que la próxima semana, y así se lo he estado diciendo a ellos, obtendremos su opinión, sus detalles sobre cómo ven la puesta en práctica de la transición política".
Las discusiones sobre el destino de Asad fueron una de las principales causas del fracaso de anteriores esfuerzos de paz de la ONU en 2012 y 2014 para poner fin a una guerra civil que ha durado cinco años, ha dejado más de 250.000 muertos y ha causado una crisis de refugiados.
La principal oposición, junto con Estados Unidos y otros países occidentales, ha insistido desde hace tiempo en que cualquier acuerdo de paz debe incluir la salida de Asad del poder, mientras que el gobierno sirio y Rusia han dicho que no hay tal cláusula en los acuerdos internacionales que suscriben el proceso de paz.
El presidente sirio parecía más seguro que nunca en su puesto al comienzo de la última ronda de conversaciones, al gozar de una serie de éxitos militares con el apoyo de Rusia.
Pero la inesperada retirada de la mayor parte de las fuerzas rusas durante la semana indicó que Moscú esperaba que sus aliados sirios se tomen en serio las conversaciones de Ginebra. Y de Mistura designó a un experto ruso para sentarse en las negociaciones con él y para asesorar sobre cuestiones políticas.
A diferencia de las rondas anteriores, las conversaciones se han desarrollado durante una semana sin ningún atisbo de colapso, obligando a la delegación del gobierno dirigido por Bashar Jafari, el embajador de Siria en la ONU, a reconocer las demandas de Mistura.
Jafari comenzó dando a De Mistura un documento titulado "Elementos básicos para una solución política".
"La aprobación de estos principios abrirá un diálogo serio bajo el liderazgo sirio sin intervención extranjera y sin condiciones previas", dijo Jafari el viernes, en una breve declaración después de la sesión más larga de las conversaciones hasta el momento.
Sin embargo, funcionarios y diplomáticos que participan en las conversaciones describen el documento como "muy débil", "insustancial" y "desenfocado".