Por Lincoln Feast y Colin Packham
SÍDNEY (Reuters) - Las fuerzas de seguridad australianas irrumpieron el martes en la cafetería de Sídney donde estaban retenidas varias personas, en lo que parecía ser el dramático desenlace a una toma de rehenes de más de 16 horas de duración.
Poco después de las 2 de la madrugada hora local (15:00 GMT del lunes), se escucharon varios disparos y fuertes explosiones. Momentos antes, se pudo ver al menos seis personas que consiguieron escapar del lugar.
Los médicos se desplazaron a la zona y se llevaron a varios heridos en camilla, aunque no estaba claro si también estaba el hombre armado que tomó los rehenes y que fue identificado minutos antes por una fuente policial como Man Haron Monis, un refugiado iraní y autodenominado jeque que se enfrentaba a múltiples acusaciones por agresión sexual.
También fue declarado culpable en 2012 de enviar cartas ofensivas y amenazantes a las familias de ocho soldados australianos muertos en Afganistán, como protesta en contra de la participación de Australia en el conflicto, informaron los medios locales.
Poco después, el canal Sky News informó de que el secuestrador era uno de los dos muertos en la operación policial para poner fin a la toma de rehenes.
Durante la crisis, los rehenes fueron obligados a desplegar una bandera islámica, provocando temores de un ataque yihadista.
"No hay razón operacional para que nos guardemos ese nombre ahora", dijo la fuente policial, que pidió no ser identificada.
Al menos cinco rehenes fueron liberados o escaparon el lunes. Las imágenes mostraron cómo varios dependientes y clientes de la cafetería huían aterrorizados hacia los brazos de los agentes.
Se cree que un número cercano a 15 personas se habían escondido dentro de la cafetería, informó Chris Reason, periodista de Channel Seven, cuya sede está frente al local.
ALERTA EN AUSTRALIA
Australia, estrecho aliado de Estados Unidos en su creciente ofensiva contra el Estado Islámico en Siria e Irak, está en alerta máxima por posibles ataques de musulmanes locales radicalizados o de combatientes que retornan de Oriente Próximo.
Varias imágenes en las noticias mostraron a los rehenes sosteniendo una bandera blanca y negra que contenía la Shahada, un testimonio de la fe de los musulmanes. La bandera es popular entre grupos islamistas suníes como Estado Islámico y Al Qaeda.
El incidente obligó a la evacuación de los edificios cercanos y causó conmoción en un país donde muchas personas habían comenzado a poner ya su atención en el período de Navidad después de amenazas de seguridad anteriores.
En septiembre, la policía antiterrorista australiana dijo que había frustrado un complot inminente para decapitar a una persona elegida al azar, y días más tarde un adolescente en Melbourne murió tiroteado después de atacar a dos agentes antiterroristas con un cuchillo.
La cafetería está en Martin Place, un paseo peatonal popular entre los trabajadores a la hora de comer, y que sería igualmente el lugar potencialmente elegido para la decapitación frustrada.
"Posiblemente se trata de un lobo solitario que simpatiza con la yihad global o alguien con problemas mentales en busca de una causa", dijo Adam Dolnik, profesor de la Universidad de Wollongong que entrenó a la policía de Sídney en negociaciones de rehenes. "Busca llamar la atención".
En la mayor operación que se realiza en Sídney desde que una bomba en el Hotel Hilton mató a dos personas en 1978, los principales bancos cerraron sus oficinas en el distrito central financiero y se pidió a la gente que evite la zona.
Los líderes musulmanes pidieron calma y el Consejo Nacional Australiano de Imanes condenó "sin ambages este acto criminal" en un comunicado conjunto con el Gran Mufti de Australia.
El temor a un ataque islamista en Australia está creciendo desde hace más de un año, y la agencia de seguridad elevó su nivel de alerta terrorista a "alto" en septiembre.