Por Ellen Wulfhorst y Daniel Wallis y Edward McAllister
FERGUSON (Reuters) - Las protestas se extendían el martes por la noche a lo largo de Estados Unidos y más de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional fueron enviados a la zona de San Luis para evitar una segunda noche de disturbios y saqueos después de que un jurado rechazase acusar a un policía blanco por la muerte a tiros de un adolescente negro desarmado.
El presidente Barack Obama apeló al diálogo, y su fiscal general prometió una investigación federal rigurosa y oportuna por la muerte en agosto de Michael Brown, de 18 años, incluso aunque el agente Darren Wilson, quien disparó contra el joven, dijera que tenía limpia la conciencia.
Pese a reforzar la presencia militar en Ferguson, un coche patrulla fue quemado cerca del ayuntamiento por la noche y la policía lanzó bombas de humo y gas lacrimógeno para disolver a los manifestantes. En otras partes de la ciudad, las protestas eran menores y más controladas que el lunes.
La muerte del joven en Ferguson, una ciudad con mayoría de población negra con una estructura de poder dominada por blancos, subrayó la a veces tensa relación racial en Estados Unidos y entre la comunidad afroamericana y la policía.
Las protestas del lunes fueron más intensas que las vividas tras el tiroteo, aunque menores que el amplio saqueo y los disturbios tras la exoneración de unos agentes por el apaleamiento del motorista negro Rodney King en Los Ángeles hace dos décadas.
En Ferguson, una decena de edificios, entre ellos una pizzería y un salón de belleza, ardieron a medida que los manifestantes tomaban las calles por la noche furiosos por la decisión del jurado.
Los policías dijeron que los manifestantes dispararon contra ellos, prendieron fuego a coches patrulla y les lanzaron ladrillos. La policía detuvo a 61 personas.
El martes, decenas de manifestantes coreaban "¡Sin justicia no hay paz!" frente a una comisaría de Ferguson, vigilada por al menos dos vehículos blindados.
Las protestas aumentaron desde Los Ángeles hasta Washington el martes. En Nueva York, la policía usó gas pimienta para controlar a la masa después de que los manifestantes trataran de bloquear el túnel Lincoln y el puente Triborough y marcharon hacia Times Square. En Oakland, California, y en Atlanta, los manifestantes bloquearon el tráfico, mientras que en Boston otros manifestantes marcharon junto a un correccional donde los reos pintaron el nombre de Brown en una ventana en solidaridad con la protestas.