Por Megan Brooks
(Reuters) - Las intervenciones no farmacológicas reducen el delirio y previenen las caídas en los adultos mayores internados, además de ahorrar miles de millones de dólares en salud, según revela una revisión y un metaanálisis.
"El delirio es una enfermedad muy dañina para la que no contamos con buenos tratamientos", dijo por correo electrónico la doctora Tammy T. Hshieh, del Hospital de Brigham en Boston.
"Tampoco sabemos si las medidas de prevención son efectivas. Este metaanálisis demuestra que las intervenciones combinadas no farmacológicas reducen significativamente la incidencia del delirio y la frecuencia de las caídas", destacó.
"Además, disminuyen el tiempo de hospitalización y las posibilidades de derivación a un hogar de cuidados especiales. Esas intervenciones, sin medicamentos, mejoran la calidad de vida de un millón de pacientes mayores y le ahorran 10.000 millones de dólares por año al sistema de salud", agregó.
El análisis publicado en la revista JAMA Internal Medicine incluyó 14 estudios sobre más de 4.200 adultos mayores internados en 12 unidades de atención clínica de agudos y quirúrgica.
Nueve estudios habían utilizado el programa hospitalario HELP basado en la evidencia que reduce los factores de riesgo del delirio con intervenciones prácticas como la reorientación, la movilidad temprana, las actividades terapéuticas, la hidratación, la nutrición, las estrategias para mejorar el sueño y los dispositivos para mejorar la visión y la audición.
Once estudios habían determinado la incidencia del delirio, que era significativamente menor en el grupo tratado que en el grupo control (OR=0,47). La intervención combinada redujo un 44 por ciento la incidencia del delirio en cuatro ensayos clínicos aleatorizados o con cohortes emparejadas y un 63 por ciento en siete estudios con otros diseños.
Cuatro estudios se habían ocupado de la cantidad de caídas por días/paciente. Al combinarlos, la probabilidad de tener una caída se redujo un 62 por ciento con las intervenciones (2,79 versus 7,05 caídas por cada 1000 días/paciente).
También se detectó una disminución del tiempo de hospitalización y las derivaciones a centros de cuidados especiales.
Para los autores, las estrategias no farmacológicas combinadas "son muy promisorias" para reducir el delirio y las caídas en los adultos mayores que están hospitalizados. Hshieh aclaró que el equipo había hallado "que el uso de más intervenciones no se correlacionaba con mejores resultados", pero que, en general, las intervenciones combinadas fueron las más efectivas.
En un editorial, S. Ryan Greysen, de la Universidad de California, en San Francisco, publica que varios elementos de estas intervenciones "serían tan simples que ni siquiera se utilizan. Incluyen la orientación de los pacientes en tiempo, lugar y situación; la movilidad temprana; la atención de las deficiencias visuales y auditivas; la preservación del ciclo sueño-vigilia, y la hidratación adecuada".
El Instituto Nacional de Envejecimiento financió el estudio. Los autores declararon no tener conflictos de intereses. 2015-02-08T120018Z_1007080001_LYNXMPEB150WQ_RTROPTP_1_OESEN-SALUD-DELIRIO.JPG