Los seguidores ingleses saludaron el martes a Francia entonando La Marsellesa, antes de que su selección de fútbol derrotara 2-0 al elenco galo en un partido amistoso, en una emocionante muestra de solidaridad pocos días después de los ataques de militantes islámicos en París.
El primer ministro David Cameron, el príncipe Guillermo y el alcalde de Londres, Boris Johnson, estuvieron entre las decenas de miles de espectadores que se unieron a los hinchas franceses para cantar el himno francés en un Estadio de Wembley fuertemente custodiado por policías.
Unos 80.000 hinchas aplaudieron con entusiasmo cuando los dos equipos entraron unidos a la cancha en una sola fila antes de que se guardara un estricto minuto de silencio como muestra de respeto a las 129 personas que murieron por los ataques en París.
La letra del himno nacional francés se mostró en pantallas gigantes y el arco del estadio se iluminó con el tricolor francés -azul, blanco y rojo-, mientras seguidores de ambas selecciones ondeaban banderas galas y mensajes alusivos a lo ocurrido en París.
"Ver Wembley de azul, blanco y rojo me puso los pelos de punta", dijo Eric Lavaud, un hincha francés de 55 años que viajó desde Saint Tropez.
Cameron dijo que era importante que Gran Bretaña respaldara a su vecino. "Ahora, más que nunca, debemos unirnos y mantenernos unidos para llevar la vida que sabemos y queremos. Este partido se juega", sostuvo ante el Parlamento.
La policía le había pedido a los hinchas que llegaran temprano al estadio debido a los controles extra de seguridad que se iban a llevar a cabo.
A la hora de la acción, Inglaterra se impuso 2-0 con goles de Dele Alli y Wayne Rooney, uno en cada tiempo.
Inglaterra, que venía de caer 2-0 el viernes en un flojo partido ante España, no ganaba a Francia desde 1997.
La inusual naturaleza del partido quedó clara a lo largo de los 90 minutos, por ejemplo cuando la multitud local aplaudió a los suplentes franceses Lassana Diarra y Antoine Griezmann cuando saltaron a la cancha en el segundo tiempo.
Un primo de Diarra murió en los ataques del viernes, mientras que la hermana de Griezmann estaba en la sala Bataclan en la que 89 personas fallecieron.