SÍDNEY (Reuters) - Los líderes de siete de los ocho estados y territorios de Australia han pedido que el país se convierta en una república, reavivando un espinoso debate antes de un festivo nacional el martes.
Australia es una monarquía constitucional cuyo jefe de Estado es la reina británica Isabel. El cargo es principalmente ceremonial, pero la monarca tiene el poder de disolver el Parlamento como en 1975, cuando la reina destituyó al Gobierno.
La cuestión de si Australia se convierte en una república es un asunto que a menudo surge antes del Día de Australia, un festivo el 26 de enero que conmemora el inicio de la colonización brtánica.
"Ya es hora de que Australia sea una nación soberana", dijo el primer ministro de Australia Meridional, Jay Weatherill, que firmó la declaración.
"Cualquier país independiente que se respete a sí mismo aspiraría a elegir a uno de sus propios ciudadanos como jefe de Estado", dijo en un comunicado.
La esperanza de un cambio aumentó cunado el primer ministro Malcolm Turnbull, un republicano, alcanzó el poder el año pasado sucediendo al monarquista Tony Abbott.
Australia celebró un referéndum para convertirse en república en 1999 que se saldó con el voto en contra del 55 por ciento. Los republicanos atribuyeron la derrota al hecho de que las urnas dividieron a los votantes sobre cómo elegir mejor al jefe del Estado.