Por Gabriela Baczynska y Alexander Ratz
BRUSELAS, 8 jun (Reuters) -Los ministros de la Unión Europea acordaron el jueves la distribución de las responsabilidades de acoger a migrantes y refugiados, después de 12 horas de negociaciones para conseguir que Italia y Grecia firmaran un acuerdo que le ha sido esquivo al bloque durante casi una década.
Los ministros de Interior de los 27 países del bloque cerraron un acuerdo para tratar de poner fin a años de rencillas que se remontan a 2015, cuando más de un millón de personas -la mayoría huyendo de la guerra en Siria- llegaron a la UE a través del Mediterráneo.
La alemana Nancy Faeser calificó el acuerdo de "histórico". El máximo responsable de migración del bloque dijo que equivalía a "una situación en la que todos ganan" para todos los Estados miembros de la UE.
"Es un gran logro que demuestra que es posible trabajar juntos en materia de inmigración. Somos mucho más fuertes cuando trabajamos juntos", declaró Ylva Johansson, Comisaria de Interior.
En la última década, la acogida de migrantes se ha convertido en un tema cada vez más controvertido en la UE.
Incapaces de ponerse de acuerdo sobre cómo compartir la responsabilidad, los países de la UE se han centrado sobre todo en reducir las llegadas, y los datos de la ONU muestran que menos de 160.000 personas lograron cruzar el mar el año pasado para llegar al bloque de 500 millones de habitantes.
En el mismo periodo, casi 2.500 personas murieron o desaparecieron en la peligrosa travesía.
Los países del sur del bloque, como Italia y Grecia, han pedido más ayuda para hacer frente al número de personas que llegan a sus costas. Los países más ricos, como Alemania y Suecia, a veces se han mostrado reticentes ante el número de personas que llegan a sus territorios.
Las naciones del este de la UE, como Polonia y Hungría, se han negado a acoger a personas procedentes de Oriente Medio y el Norte de África, mayoritariamente musulmanes, mientras que los partidos de derechas y populistas de todo el bloque han avivado el debate con una retórica antiinmigración.
"Se puede ganar o perder unas elecciones en cualquier Estado miembro por el tema de la inmigración. Es una muestra de lo polémico que es este asunto", declaró un diplomático de la UE que participa en las negociaciones.
ACUERDO
Mientras otros ministros hablaban, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, su colega neerlandés, Mark Rutte, y el jefe del Ejecutivo de la UE anunciaron una visita a Túnez para tratar los lazos económicos y energéticos con el país, puerta de entrada de la migración africana a Europa.
Más temprano el jueves, Italia y Grecia exigieron cambios de última hora en el acuerdo provisional, presionando para que se reduzca el número de personas que acogería cada Estado y se suavizaran las normas para devolver a las personas a países no pertenecientes a la UE.
Según el acuerdo finalmente alcanzado, que se cerrará antes de las elecciones europeas de 2024, cada país será responsable de un número determinado de personas, pero no estará obligado a acogerlas.
Los países que no estén dispuestos a acoger a inmigrantes irregulares y refugiados que lleguen ad hoc a la UE podrán ayudar a sus pares de acogida con dinero en efectivo -unos 20.000 euros por persona-, equipos o personal.
El acuerdo introduciría un nuevo procedimiento fronterizo acelerado para quienes se considere que tienen pocas probabilidades de obtener asilo, a fin de evitar que permanezcan dentro del bloque durante años.
Polonia y Hungría -entre los países de la UE que más se critican la acogida de inmigrantes marítimos- se opusieron al acuerdo, alegando que los líderes nacionales del bloque deberían volver a tratar el asunto cuando se reúnan en junio. Pero eso no echó por tierra el acuerdo mayoritario.
Los críticos liberales del acuerdo afirmaron que el procedimiento fronterizo rápido podría reactivar las trágicas escenas que se vivieron en las islas griegas hace varios años, al crear campos de inmigrantes aún más superpoblados e inadecuados en la periferia de la UE.
(Reporte adicional de Benoit van Overstraeten, Bart Meijer, Alexander Ratz y Kristina Than; Escrito por Gabriela Baczynska; Editado en Español por Ricardo Figueroa y Aida Peláez-Fernández)