Por Laila Bassam y Tom Perry
ALEPO, Siria/AMMÁN (Reuters) - El ejército sirio y sus aliados realizaron amplios avances en Alepo el lunes, bombardeando a los rebeldes y empujándolos al borde de la derrota en un decreciente enclave lleno de civiles.
"El bombardeo no se detuvo en ningún momento por la noche", dijo un periodista de Reuters en la zona de la ciudad controlada por el Gobierno sirio, describiéndolo como el más intenso en días.
Las fuerzas favorables al Gobierno luchaban contra los insurgentes en el distrito de Fardous, el corazón del asediado reducto hace sólo unos días, después de que tomaran Sheij Saeed en el sur y Saliheen en el este, dijo un responsable rebelde.
"La situación es extremadamente difícil hoy", dijo Zakaria Malahifji, del grupo rebelde Fastaqim, que combate en Alepo.
El repentino retroceso rebelde supone un "gran derrumbe en la moral terrorista", dijo una fuente militar siria.
El presidente sirio, Bashar el Asad, está ahora cerca de recuperar el control de Alepo, que era la ciudad siria más poblada antes de la guerra y sería su mayor premio hasta el momento tras casi seis años de conflicto.
Los grupos rebeldes en Alepo recibieron una propuesta respaldada por Estados Unidos para abandonar la ciudad junto con los civiles bajo una salida segura garantizada por Rusia, pero Moscú dijo que aún no se había alcanzado un acuerdo en Ginebra para terminar pacíficamente el conflicto.
El responsable insurgente acusó a Rusia por la falta de avances en las negociaciones, diciendo que no tenía incentivos para alcanzar un acuerdo mientras su aliado Asad ganase terreno. "Los rusos están siendo evasivos. Estudian la situación militar. Ahora están realizando avances", dijo.
Aunque la caída de Alepo asestaría un duro golpe a los rebeldes que tratan de derrocar a Asad, el dirigente todavía estaría lejos de restablecer el control del país. Amplias zonas de Siria están en manos rebeldes, y el Estado Islámico retomó la ciudad de Palmira el domingo.
Decenas de miles de civiles siguen en zonas rebeldes, acorralados por las cambiantes líneas de frente, los ataques aéreos y la falta de suministros básicos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, un grupo con sede en Reino Unido que observa el conflicto.
COMBATES
El Observatorio dijo que el distrito Sheij Saeed había caído en manos del ejército tras combates el domingo por la noche y el lunes por la mañana, y que las tropas disparaban en los distritos de Karam al-Daadaa y Fardous.
El avance en esos distritos llevaría al ejército al núcleo de la zona controlada por los rebeldes incluso el sábado, empujándolos hacia el último bastión de control en el oeste del río Alepo y la zona suroeste de la ciudadela.
El ejército sirio está respaldado por los aviones de guerra rusos y las milicias chiíes apoyadas por Irán. Los rebeldes, en su mayoría suníes, están compuestos por grupos respaldados por Estados Unidos, Turquía y las monarquías del Golfo Pérsico, así como yihadistas de línea dura que no están respaldados por Occidente.
Un corresponsal de la agencia de noticias siria SANA dijo que el ejército había tomado el control de Sheij Saeed, y que más de 3.500 personas lo habían abandonado al amanecer.
Un responsable sirio dijo a Reuters: "Logramos el control completo del distrito Sheij Saeed. Este área es muy importante porque facilita el acceso a al-Amariya y nos permite asegurar una mayor parte de la carretera Alepo-Ramusa". La carretera es el principal punto de entrada a la ciudad por el sur.
El ministerio de Defensa ruso dijo el lunes que 728 rebeldes depusieron las armas y que 13.346 civiles abandonaron el sector rebelde de Alepo en las 24 horas previas.
El Observatorio dijo en cuatro semanas de ofensiva han muerto al menos 415 civiles, entre ellos 47 niños, en zonas rebeldes de la ciudad.
Cientos de personas han resultado heridas por los ataques aéreos rusos y sirios y los bombardeos de las fuerzas del Gobierno y sus aliados en la asediada parte este de la ciudad.