BAGDAD (Reuters) - Políticos y jefes tribales suníes de la provincia de Diyala, en el este de Irak, acusaron el lunes a milicias chiíes de ejecutar a más de 70 civiles desarmados que habían escapado de los enfrentamientos con los insurgentes del Estado Islámico.
El portavoz del Ministerio del Interior en Bagdad, el brigadier general Saad Maan, negó las acusaciones y dijo que el Estado Islámico estaba intentando socavar la reputación de las fuerzas de seguridad iraquíes.
Un funcionario chií local dijo que era demasiado pronto para sacar conclusiones y sugirió que el Estado Islámico pudo haber estado tras las muertes ocurridas en la aldea oriental de Barwanah.
Las acusaciones se producen luego de una ofensiva de tres días en la que las fuerzas iraquíes y las milicias chiíes recapturaron dos docenas de aldeas que habían estado bajo el control de combatientes del Estado Islámico en Diyala.
El asalto, que comenzó el viernes, permitió a las milicias chiíes, al Ejército iraquí y a tribus suníes expulsar a los insurgentes extremistas de la zona de Muqdadiya, el bastión del Estado Islámico más cercano a la frontera iraní, situada unos 40 kilómetros al este.
El Gobierno de Irak liderado por chiíes, que ha recibido apoyo de la fuerza área estadounidense, ha estado tratando de expulsar al Estado Islámico desde que el grupo rebelde consiguió avanzar a través del norte del país en junio.
El gobernador de Diyala, Amir Salman, y Nahida al-Daini, un legislador de Baquba, llamaron a Bagdad a intervenir en Barwanah, situada unos 5 kilómetros al noroeste de Muqdadiya, donde el lunes milicias a favor del Gobierno y algunos soldados tomaron control de cerca de una docena de aldeas en manos de combatientes del Estado Islámico.
"Esta tarde las milicias irrumpieron en la aldea de Barwanah y ejecutaron a más de 70 residentes. Esta es una verdadera masacre de las milicias", dijo Daini a Reuters.
Reporteros de Reuters no pudieron confirmar de forma independiente las denuncias debido a la compleja situación de seguridad en el área.