Por Donny Kwok y Yimou Lee
HONG KONG (Reuters) - Decenas de miles de manifestantes pro-democracia mantenían un bloqueo de calles el martes en Hong Kong, almacenando suministros y construyendo barricadas improvisadas antes de una intervención policial que algunos temen para despejar las calles antes del Día Nacional Chino.
La policía antidisturbios lanzó gases lacrimógenos y gas pimienta contra los manifestantes el fin de semana pero se retiró el lunes, para aliviar la tensión mientras las filas de manifestantes aumentaban. Los manifestantes pasaron la noche durmiendo o en vigilias sin ser molestados en unas calles que habitualmente están muy concurridas en el centro financiero mundial.
Durante la noche, se extendieron rumores entre los manifestantes de que la policía se preparaba para intervenir de nuevo. Cuando amaneció, muchos seguían alerta, especialmente en vísperas del aniversario de la fundación del Partido Comunista de la República Popular de China en 1949.
"Muchas personas poderosas de la China continental vendrán a Hong Kong. El Gobierno de Hong Kong no quiere que vean esto, así que la policía debe hacer algo", dijo Sui-ying Cheng, de 18 años, estudiante de la Escuela de Educación Profesional y Continua de Hong Kong, sobre la fiesta nacional.
"No tenemos miedo. Nos quedaremos aquí esta noche. Esta noche es la más importante", dijo.
Los manifestantes, en su mayoría estudiantes, demandan una democracia completa y han pedido al líder de la ciudad, Leung Chun-ying, que dimita, después de que Pekín descartara hace un mes celebrar elecciones libres para elegir al líder de Hong Kong en 2017.
China gobierna Hong Kong bajo la fórmula "un país, dos sistemas", que concede a la excolonia británica cierta autonomía y libertades de las que no disfruta la China continental, como sufragio universal como fin último.
Las protestas se concentran en al menos cuatro de las zonas más concurridas de Hong Kong, entre ellas Admiralty, donde tiene su sede el Gobierno de Hong Kong, el centro de negocios, el distrito comercial Causeway Bay, y el densamente poblado distrito Mong Kok en Kowloon.
Los organizadores dijeron que hasta 80.000 personas salieron a las calles tras estallar las protestas el viernes por la noche pero parece que en algunas zonas la concentración perdió fuerza ya que algunos manifestantes se fueron a descansar. No hay una cifra independiente de manifestantes.
Alex Chow, líder de la Federación de Estudiantes de Hong Kong, dijo que los manifestantes representaban más que una concentración de estudiantes y el movimiento "Occupy Central".
"Ha evolucionado a un movimiento civil", dijo Chow.
Los manifestantes crearon puntos de suministro con botellas de agua, frutas, galletas, chubasqueros de usar y tirar, toallas, gafas, máscaras faciales y tiendas de campaña, lo que indican que se preparan para permanecer mucho tiempo.
Algunos colocaban vallas de metal en posiciones al borde de la multitud, presumiblemente para detener un avance policial. En al menos una ubicación, varias furgonetas y un camión estaban aparcados en filas en un esfuerzo aparente por bloquear una carretera.
En Mong Kok, las ventanas de un autobús abandonado de dos pisos estaban empapeladas con mensajes de apoyo como "¡Vamos gente de Hong Konk!". Un pequeño grupo de manifestantes cerca del autobús aplaudía y animaba mientras otros tocaban la guitarra y los tambores.
"Aunque me puedan arrestar, me quedaré hasta el último minuto", dijo John Choi, un manifestante de 16 años.
"Estamos luchando por nuestros futuros".
Los líderes del Partido Comunista están preocupados por si las protestas se pudieran extender a la China continental, y han censurado agresivamente noticias y comentarios en los medios sociales sobre las manifestaciones en Hong Kong.
Las manifestaciones, calificadas como "ilegales" por el Gobierno comunista de Pekín, son las peores en Hong Kong desde que China reanudó el mandato en 1997. También representan uno de los mayores desafíos políticos para Pekín desde que aplastó violentamente las protestas pro-democracia en Tiananmén en 1989.