Por Stephen Brown y Noah Barkin
MÚNICH (Reuters) - La canciller alemana, Angela Merkel, dijo el sábado que enviar armas para ayudar al Gobierno ucraniano a combatir a los separatistas prorrusos no resolverá la crisis, generando fuertes reacciones de políticos estadounidenses, que acusaron a Berlín de dar la espalda a un aliado en problemas.
Los caldeados intercambios de opiniones en una conferencia sobre seguridad celebrada en Múnich dejaron al descubierto las grietas en el consenso trasatlántico sobre cómo enfrentar al presidente ruso, Vladimir Putin, ante la profundización del conflicto en el este de Ucrania, que ha costado la vida a más de 5.000 personas.
El Ejército ucraniano dijo el sábado que los separatistas habían intensificado los bombardeos contra las fuerzas gubernamentales en todas la líneas del frente y parecían estar concentrando tropas para lanzar nuevas ofensivas sobre el pueblo ferroviario clave de Debaltseve y la ciudad costera de Mariupol.
La ofensiva rebelde provocó un frenesí de viajes diplomáticos, con Merkel y el presidente francés, Francois Hollande, yendo a Moscú el viernes para intentar convencer a Putin a que se comprometa con un acuerdo de paz.
No obstante, funcionarios europeos reconocieron que el líder ruso puede tener pocos incentivos para negociar ahora, prefiriendo sentarse y ver cómo los separatistas ganan terreno, socavando el acuerdo de alto el fuego alcanzado el pasado septiembre en la capital de Bielorrusia, Minsk.
La canciller reconoció en Múnich, a su regreso del encuentro en Moscú, que no hay garantías de que el plan de paz francoalemán presentado a Kiev y Moscú vaya a tener éxito.
Sin embargo, rechazó directamente que la idea de enviar armas a Kiev, que está siendo estudiada por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ayude a resolver el conflicto.
"Entiendo el debate, pero creo que más armas no conduciría a los progresos que Ucrania necesita. Realmente lo dudo", dijo la líder conservadora germana, que ha liderado los esfuerzos occidentales para intentar resolver la crisis por medio de negociaciones, y que viajará el domingo a Washington para reunirse con Obama.
El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien habló en la misma conferencia, intentó minimizar las diferencias con Europa, asegurando que Obama está de acuerdo en que no hay que ahorrar esfuerzos para resolver el conflicto de forma pacífica.
No obstante, dejó claro que Washington está dispuesto a dar a Ucrania los medios para defenderse, asegurando que "el presidente Putin ha prometido muchas veces la paz y ha enviado tanques, tropas y armas".
MANTAS CONTRA TANQUES
Los senadores estadounidenses Lindsey Graham y John McCain, ambos "halcones" republicanos, criticaron la postura alemana, apoyada por otros grandes países europeos como Francia.
"Amigos europeos, al final del día esto no está funcionando", dijo Graham en relación a los esfuerzos diplomáticos de Merkel.
"Puede ir a Moscú hasta hartarse", agregó.
McCain agregó: "Los ucranianos están siendo asesinados y nosotros estamos enviando mantas y comidas. Las mantas no funcionan frente a los tanques rusos".
La anexión rusa de la península de Crimea en marzo del año pasado y la evidencia de que está apoyando a las fuerzas separatistas en el este de Ucrania, algo que niega el Kremlin, han llevado a nuevos mínimos la relación de Rusia con Occidente.
La Unión Europea y Estados Unidos han impuesto sanciones a Moscú, complicando a la economía rusa.
Merkel y sus aliados en Europa quieren seguir castigando a Rusia apretando sus tuercas económicas. Obama se enfrenta a la presión de miembros del Congreso para que haga más.
En una emotiva petición de apoyo en Múnich, el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, se refirió a los soldados y civiles que han muerto desde el comienzo de la crisis y mostró pasaportes rojos de soldados rusos que, aseguró, fueron descubiertos combatiendo en Ucrania.
"Somos una nación independiente y tenemos derecho a defender a nuestro pueblo", dijo, pidiendo respaldo político, económico y militar. Autodenominándose como un "presidente de paz", dejó claro que Kiev solo quiere armamento defensivo.
Hollande, en una conversación con periodistas en Tulle, en el centro de Francia, dijo que las conversaciones con Putin son el último intento para evitar un conflicto total.
Está previsto que el mandatario francés, Merkel, Poroshenko y Putin hablen por teléfono el domingo, antes de que la canciller viaje a Washington.
(Reporte adicional de Adrian Croft, Lesley Wroughton, Shadia Nasralla, Andreas Rinke y Sabine Siebold; editado en español por Carlos Serrano) 2015-02-07T203820Z_1007110002_LYNXMPEB160BZ_RTROPTP_1_OESTP-UCRANIA.JPG