MADRID (Reuters) - Lionel Messi, el astro argentino del Fútbol Club Barcelona, no saldrá de inicio ante el Real Madrid en un partido que ha generado una enorme expectación mediática por las extraordinarias medidas de seguridad desplegadas en el estadio Bernabéu y sus alrededores.
Desde su lesión a finales de septiembre pasado, Messi no había disputado un sólo minuto con el club catalán que, no obstante, no se ha resentido por su ausencia pues ha logrado sacar tres puntos de ventaja a su eterno rival gracias al buen nivel mostrado por sus compañeros de club, el brasileño Neymar y el uruguayo Luis Suárez.
Messi, el capitán de la selección argentina, máximo anotador en la historia de los clásicos con 21 tantos, volvió a los entrenamientos el lunes pasado pero Luis Enrique, el entrenador del Barcelona, ha optado por dejarlo en el banquillo.
Una victoria por parte del Barcelona daría al equipo catalán una ventaja de seis puntos al frente de la clasificación después de doce partidos.
El clásico del sábado se disputa con un dispositivo de seguridad sin precedentes, que se ha visto reforzado después de los atentados del viernes pasado en París en los que fallecieron 130 personas.
En el estadio y sus alrededores hay una dotación de 1.000 agentes de la policía nacional y 1.195 efectivos de seguridad privada, 122 policías locales, así como personal de emergencias, protección civil y bomberos.
El Bernabéu no cuenta con arcos de seguridad (para detectar metales) y requiere un cacheo personalizado para evitar la entrada de objetos sospechosos.
Durante los días previos, las fuerzas de seguridad también inspeccionaron el alcantarillado y los edificios de los alrededores del Bernabéu.
Está previsto que al Bernabéu acudan en torno a 80.000 personas para un partido que sea seguido por unos 500 millones de aficionados a nivel mundial por televisión.
De hecho, aficionados de México y Costa Rica se mostraron bastante tranquilos antes del inicio del partido en declaraciones a Reuters Televisión.
Una pareja mexicana que dijo que también había acudido el viernes pasado al Stade de France de París, que se vio atacado por los atentados, dijo no tener ningún tipo de miedo en los alrededores del Bernabéu.
"Sentimos que es una ciudad segura", dijo el sábado este ciudadano mexicano que se identificó como Juan.
"Todo tiene que salir bien (...) va a haber mucha seguridad", dijo la también mexicana Pacheli a Reuters Televisión.