Por Iain Rogers
MADRID (Reuters) - El delantero estrella del Barcelona y su entrenador, Luis Enrique, parecen haber acordado una incómoda tregua, pero las hostilidades podrían estallar de nuevo si la forma del argentino sigue cayendo y el club tropieza cuando la temporada llega a un momento crucial.
Una serie de inspiradoras actuaciones de Messi ha ayudado al Barça a alcanzar un récord de once victorias en todas las competiciones desde la derrota por 1-0 ante la Real Sociedad el 4 de enero, igualando la marca que consiguió el club azulgrana en la temporada 2009-2009, cuando Pep Guardiola estaba al mando.
El Barça está a punto de alcanzar una plaza para la final de la Copa del Rey, se encuentra en octavos de Champions donde le espera el Manchester City y podría colocarse por delante del Real Madrid en la tabla liguera si evita la derrota ante el Málaga el sábado.
La mejor forma significa que, en lugar de quedarse mirando impotentes mientras el club se tambaleaba al borde de la crisis, los seguidores del equipo están empezando a soñar con que se repita el histórico triplete de 2009.
La agitación que estalló tras el revés frente a la Real, cuando la prensa empezó a citar una posible disputa entre Messi y Luis Enrique, es ahora un recuerdo lejano, al menos por el momento.
El delantero argentino acalló las especulaciones acerca de la posibilidad de que estuviera pensando abandonar el club al que se unió cuando tenía 13 años, pero se ha negado a comentar su relación con el técnico, que se hizo cargo del club tras la salida de Gerardo Martino a finales de la temporada pasada.
Exmediocampista del Barça y de la selección española, Luis Enrique sabe que si Messi no está contento, se reducen las posibilidades del club de volver a la senda de la victoria tras haber acabado la temporada 2013-2014 sin obtener ningún título.
SIN NINGUNA VICTORIA AÚN
Al menos por el momento, la sonrisa ha vuelto a la cara de Messi y los seguidores del equipo azulgrana está contentos, aunque esto podría cambiar rápidamente si el conjunto vuelve a perder su rumbo.
Messi lanzaba, en este sentido, un aviso de cautela en una entrevista emitida en una televisión argentina el miércoles.
"Todavía no se ha ganado nada", dijo a Mundo Leo, un canal dedicado al cuatro veces Balón de Oro. "Quedan muchos meses de competición tanto en la Liga como en la Champions", añadió el delantero, de 27 años.
"La verdad es que estamos muy bien. Por suerte, después del partido de la Real Sociedad, donde no habíamos arrancado bien el año, cambió todo", explicó el argentino.
Sin embargo, hizo hincapié en el cambio que ha vivido el club. "Ahora estamos en otra dinámica, nos sale todo", dijo.
"El equipo está con confianza y cambió la actitud y las ganas, y eso hizo que hoy estemos como estamos, pero queda mucho", añadió.
El Barcelona juega el partido de ida de octavos de la Liga de Campeones el martes en Mánchester, y el de vuelta el próximo 18 de marzo en el Camp Nou, y aunque todavía queda el partido de vuelta de la Copa del Rey frente al Villarreal, tiene ventaja tras vencer en la ida por 3-1. 2015-02-19T121737Z_1007100001_LYNXMPEB1I0E2_RTROPTP_1_OESSP-BARCELONA-MESSI.JPG