MADRID (Reuters) - La imparable caída en los precios internacionales del petróleo está infundiendo un creciente optimismo en los miembros del Gobierno español sobre el crecimiento previsto en el país para el 2015, año de elecciones locales, regionales y generales.
El ministro de Industria español, José Manuel Soria, dijo el martes que para un país netamente importador como España, el desplome en el precio del petróleo supondrá ahorros de miles de millones de euros y facilitará superar el objetivo de crecimiento previsto para este año.
"Para España es una muy buena noticia que creo que puede mejorar todavía más las perspectivas de recuperación económica a través de un mayor crecimiento sobre la previsión que ya hay del 2 por ciento para este año 2015", dijo José Manuel Soria, en declaraciones ante periodistas en el foro Spain Investor Day.
Soria añadió que no es fácil prever la evolución del precio del petróleo en los próximos meses (actualmente el barril de Brent cotiza a 46 dólares), aunque recordó que destacados miembros de la OPEP esperan que se mantenga bajo y distante de los 100 dólares de promedio de los últimos años.
Los precios del petróleo han caído un 60 por ciento desde el máximo de 2014 alcanzado el pasado en junio y sólo en las últimas siete semanas han descendido más del 36 por ciento por la amplia oferta global y la decisión de los principales países productores de no recortar su producción.
Algunos analistas como los de Exane BNP ven a españa como una de las economías desarrolladas más beneficiadas por el descenso del petróleo, ya que el país importa más del 94 por ciento de los hidrocarburos que consume.
Según los expertos del broker francés, cada caída de 10 dólares en el precio del petróleo tiene un impacto positivo de 0,6 puntos en el Producto Interior Bruto (PIB) de España.
Por el contrario, la misma variación tiene un efecto desinflacionista de 0,5 puntos porcentuales en el IPC español, en el que el peso de la energía es el más alto de la zona euro con un 12,3 por ciento.
La caída del precio del petróleo pone aún más presión para que el Banco Central Europeo (BCE) emprenda antes el esperado programa de compra de deuda pública para combatir la deflación y fomentar el crecimiento del bloque del euro.