JERUSALÉN, 29 ene (Reuters) - El ministro de Seguridad israelí, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, instó a los colonos judíos a regresar a Gaza en una multitudinaria reunión, lo que provocó la condena de los palestinos, que afirmaron que sus palabras equivalían a un llamamiento a su desplazamiento forzoso.
La declaración de Ben-Gvir chocó con la postura oficial del gobierno, reiterada por el primer ministro Benjamin Netanyahu, de que Israel no tiene intención de volver a tener una presencia permanente a Gaza una vez finalizada la guerra con Hamás.
La Autoridad Palestina se apresuró a decir que tales llamamientos incitaban al desplazamiento forzoso de palestinos y amenazaban la seguridad y estabilidad de la región. Los comentarios también fueron condenados el lunes tanto por Hamás como por figuras de la oposición israelí.
Ben-Gvir, que lidera uno de los pequeños partidos nacionalistas de la coalición de derecha de Netanyahu, dijo en una conferencia que el regreso de los colonos judíos y de los militares era la única forma de garantizar que no se repitiera el devastador ataque contra Israel perpetrado por combatientes de Hamás el 7 de octubre.
"Gritamos y advertimos", dijo el domingo Ben-Gvir en el acto organizado por grupos de colonos al que asistieron cientos de personas y hasta una docena de ministros del gobierno, según el Canal 12 de la televisión israelí. "Si no queremos otro 7 de octubre, tenemos que volver a casa y controlar la tierra".
Agregó que era necesario "fomentar la emigración" de los gazatíes.
Israel, que retiró a sus militares y colonos de Gaza en 2005 tras 38 años de ocupación, ha lanzado feroces ataques aéreos y una incursión terrestre en el enclave como represalia tras el ataque de Hamás.
La reunión del domingo puso de relieve la gran tensión existente en torno a la cuestión de los asentamientos judíos, que ha estado en el centro del conflicto entre Israel y los palestinos durante décadas.
Los asistentes corearon su apoyo a la reconstrucción de los asentamientos judíos en Gaza y el norte de la Cisjordania ocupada.
El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, otro miembro de extrema derecha de la coalición de Netanyahu, dijo que muchos de los niños evacuados de los asentamientos de Gaza habían regresado como soldados para luchar en la guerra contra Hamás. Dijo que en el pasado se opuso a la decisión del gobierno de evacuar los asentamientos judíos de Gaza.
"Sabíamos lo que eso traería y tratamos de impedirlo", dijo Smotrich en un discurso. "Sin asentamientos no hay seguridad".
Israel ha dicho que su objetivo es destruir a Hamás y traer de vuelta a casa a los más de 130 rehenes que siguen retenidos en Gaza, pero afirma que no tiene intención de mantener una presencia permanente en el enclave aunque quiere el control de la seguridad una vez que termine la guerra.
Estados Unidos, el aliado más cercano de Israel, ha dicho que Gaza debe seguir siendo gestionada por palestinos después de la guerra y que debe haber movimientos serios hacia el establecimiento de un Estado palestino.
Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, que los palestinos quieren como capital de un futuro Estado independiente, fueron capturadas por Israel en la guerra de Oriente Medio de 1967. La mayoría de los países consideran ilegales los asentamientos judíos construidos allí. Israel lo niega, alegando los vínculos históricos y bíblicos del pueblo judío con el territorio.
Benny Gantz, miembro centrista del gabinete de guerra, dijo el lunes que la asistencia de miembros del gobierno y de la coalición perjudicaba la posición de Israel en el extranjero y comprometería los esfuerzos para lograr la liberación de los rehenes.
(Reporte de Emily Rose; Editado en Español por Ricardo Figueroa)