Por Diego Oré
CARACAS, 24 abr (Reuters) - Abandonado por su padre antes de nacer, criado, junto con sus 14 hermanos, vendiendo pescado con su abuela y sin saber leer ni escribir, el boxeo parecía la única opción para salir adelante del venezolano Francisco 'Morochito' Rodríguez, quien murió la noche del martes, a los 78 años de edad, por complicaciones de salud.
A mediados de la década de 1950, con apenas 11 años, Rodríguez, quien nunca utilizó el apellido Brito de su papá, se subió por primera vez a un cuadrilátero.
Después de ganar fama en su natal Cumaná, en la costa oriental de Venezuela, el "morocho" -apodado así por tener una hermana gemela- se mudó a Caracas.
En 1967 viajó a Winnipeg, Canadá, y obtuvo la medalla de oro en los Juegos Panamericanos en la categoría minimosca.
Al año siguiente, en octubre, participó en las Olimpiadas de México en la división de los 48 kilos.
El cumanés dejó en el camino al cubano Rafael Carbonell, al neozelandés Khata Karunaratne y al estadounidense Harlan Marbley, antes de medirse en la final contra el surcoreano Jee Yong-Ju en el Arena México, hogar de la lucha libre mexicana.
"Lo que más lamenté de los Juegos Olímpicos de México fue enfrentar, en mi primer combate, a Carbonell. Era mi amigo y lo eliminé. Hubiera preferido combatir con él en la pelea final, para que se quedara con la medalla de plata", comentó Rodríguez.
BAÑO DE ORO
La leyenda cuenta que, durante las olimpiadas, 'Morochito' prendía todos los días una vela y rezaba para ganar la medalla de oro. El día de la pelea final olvidó prenderla, pero ello no impidió que se alzara con el triunfo.
El púgil se abrazó a la bandera amarilla, azul y rojo de su país y rompió en llanto cuando entonaron el himno venezolano.
"En ese momento yo no tenía la bandera, pero una muchacha me la tiró y empecé a llorar", recordó en un reportaje difundido por la televisora estatal 40 años después.
En Caracas fue recibido como un héroe. Por varios minutos, el avión que lo traía de vuelta no pudo aterrizar ante el mar de gente que se había agolpado en la pista de aterrizaje del principal aeropuerto del país para saludar al campeón olímpico.
"El avión bajaba, subía y no podía aterrizar (...) demasiada gente", evocó 'Morochito'.
Una enorme caravana de gente y carros subió hasta el palacio presidencial de Miraflores, donde el púgil fue recibido por el entonces presidente Raúl Leoni (ETR:LEOGn).
En 1971, Rodríguez volvió a ganar el oro Panamericano, esta vez en Cali, Colombia, y en la categoría mosca.
A pesar de los logros, 'Morochito' nunca se hizo boxeador profesional. Los diarios de la época citan una anécdota como la principal causa.
Poco después de obtener la medalla oro olímpica, Rodríguez firmó un contrato para pelear profesionalmente. Pero antes de empezar, llevó a su madre a una evento para mostrarle cómo era el deporte en su máximo apogeo.
En un momento del combate, el protector bucal ensangrentado de uno de los boxeadores aterrizó sobre la madre de 'Morochito', Olga Rodríguez, quien automáticamente comenzó a rogarle a su hijo que no tomara el camino del boxeo profesional.
Los venezolanos tuvieron que esperar hasta 2012 para que otro compatriota, en este caso el esgrimista Rubén Limardo, se alzara con una medalla de oro olímpica. El país luego recibió las medallas del taek-won-doka Arlindo Gouveia y la saltadora triple Yulimar Rojas.
Sin admiradores a su alrededor, Rodríguez vivió sus últimos días internado en la sala del hospital militar de Caracas, según el canal multiestatal Telesur. El Comité Olímpico Venezolano confirmó su muerte en una publicación en la red social X.
(Reporte de Diego Oré)