Por Emelia Sithole-Matarise
HARARE (Reuters) - El ex presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, lloró y lamentó "la traición de sus lugartenientes" cuando accedió la semana pasada a dimitir bajo la presión de los militares y de su partido después de 37 años en el poder, dijo el diario Standard en su edición del domingo.
El presidente Emmerson Mnangagwa, un hombre que era leal a Mugabe, prestó juramento el viernes y la atención se centra en si va a nombrar un gobierno amplio o si a elegir figuras de la era Mugabe.
El periódico cita a fuentes del círculo íntimo de Mugabe que dijeron que el ex presidente, un devoto católico, llevaba un rosario mientras comunicaba la renuncia en su mansión de Harare a sus colaboradores más cercanos y a un equipo de negociadores. Mugabe anunció la decisión cuando el parlamento celebró una sesión para destituirlo.
"Miró hacia abajo y dijo 'la gente era como los camaleones'", dijo una de las fuentes.
Por su parte, el diario estatal Sunday Mail citó al padre Fidelis Mukonori, un sacerdote jesuita y amigo íntimo de Mugabe que intermedió la dimisión con los militares, diciendo que la cara de Mugabe "brilló" tras firmar la carta de renuncia.
"Por tanto, no estamos hablando de un hombre amargado. Le dije que era bueno para él ver a alguien dirigiendo el país ...", dijo Mukonori al Sunday Mail.
Ni el padre Mukonori ni asesores próximos a Mugabe estaban inmediatamente disponibles para realizar comentarios sobre estas informaciones.
La caída de Mugabe después de 37 años en el poder fue impulsada por una batalla para su sucesión que enfrentó a Mnangagwa, quien le había apoyado durante 52 años, con Grace, la esposa de Mugabe, de 52 años.