Por Hnin y Yadana y Zaw y Aung y Hla
YANGÓN, Myanmar (Reuters) - Las votaciones se desarrollaron sin problemas en Myanmar el domingo, sin ningún acto violento y en una jornada marcada por el júbilo en las primeras elecciones libres de Myanmar desde 1990, que marcan el camino hacia la democracia.
Se espera que el partido de la líder opositora Aung San Suu Kyi gane las elecciones, en las que estaban llamados a las urnas 30 millones de personas.
Pero una norma impuesta por los militares no la permite convertirse en presidenta después de las elecciones, aunque su partido, la Liga Nacional por la Democracia (LND) logre una victoria aplastante.
También hay inquietud sobre la imparcialidad de las elecciones después de que activistas estimasen que hasta 4 millones de personas podrían no poder emitir su voto. Y en la víspera de los comicios, la LND dijo que en algunas regiones se había emitido un número sospechosamente alto de papeletas, con una familia en Yangon recibiendo 38.
Las tensiones religiosas, avivadas por los nacionalistas budistas cuyas acciones han intimidado a la minoría musulmana de Myanmar, han empañado la campaña electoral. Entre los que no pueden votar se encuentran alrededor de un millón de rohingya musulmanes que son apátridas en su propia tierra.
Con todo, había entusiasmo entre los votantes de la antigua Birmania acerca de las primeras elecciones generales desde que un gobierno cuasi-civil reemplazase al régimen militar en 2011, consideradas como referéndum sobre el inestable proceso de reforma del país.
"He puesto mi granito de arena para el cambio, para el surgimiento de la democracia", dijo el Daw Myint, un antiguo profesor de 55 años tras votar por la LND en Yangón.
El coche de Suu Kyi se abrió paso a través de una melé de fotógrafos de prensa en la entrada del colegio electoral en el que votó la premio Nobel de 70 años. Su expresión era pétrea mientras los guardaespaladas gritaban a la gente que se apartase.
La mayoría de los simpatizantes allí reunidos no pudieron ver mucho más que la guirnada de su pelo mientras gritos de "¡Victoria! ¡Victoria!" surgían de la muchedumbre cuando entraba a votar.
Muchos votantes expresaron dudas de que los militares acepten el resultado de la votación si el partido de Suu Kyi sale victorioso.
Pero en la capital Naypyitaw, el comandante en jefe del Ejército, Jefe Min Aung Hlaing, dijo el domingo que no se repetiría lo ocurrido en las últimas elecciones libres de 1990, cuando Suu Kyi ganó pero el ejército ignoró el resultado. Suu Kyi pasó la mayor parte de los 20 años siguientes bajo arresto domiciliario antes de su liberación en 2010.
Cuando se le preguntó cómo se sentiría si la LND ganase esta vez, Min Aung Hlaing dijo a los periodistas: "Si el pueblo les elige, no hay ninguna razón por la que no lo aceptemos".
Se espera que los resultados de las elecciones, que terminaron a las 0930 GMT se conozcan lentamente. Las autoridades dicen que una clara visión de conjunto no se espera hasta el martes por la mañana.
Suu Kyi no puede ser presidenta del país en virtud de una constitución escrita por la junta para preservar el poder de los militares.
Pero si logra una mayoría y puede formar el primer gobierno democráticamente electo de Myanmar desde principios de la década de 1960, Suu Kyi ha dicho que ella será el poder tras el nuevo presidente, independientemente de una constitución que ha ridiculizado calificándola de "muy tonta".
Suu Kyi iniciará el combate con un handicap importante porque incluso aunque las elecciones se consideren libres y justas, una cuarta parte de los escaños del parlamento todavía estará reservada para oficiales militares no electos.
Para formar gobierno y elegir su propio presidente, la LND por sí sola o con aliados debe ganar más de dos tercios de todos los escaños en juego. Por el contrario, el gobernante Partido por la Solidaridad y Desarrollo de la Unión necesitaría muchos menos escaños si consiguiese el apoyo del bloque militar en el parlamento.
Sin embargo, se espera que muchos votantes rechacen al USDP, creado por la antigua junta y liderado por ex militares, por su vinculación con la brutal dictadura que colocó en un gobierno llamado civil al presidente Thein Sein en 2011.
Un resultado no concluyente podría dar un papel de bisagra a alguno de los 91 partidos que compiten en las elecciones, entre ellos muchos que representan a infinidad de minorías étnicas de Myanmar.