MADRID (Reuters) - Rafael Nadal está convencido de que nadie de sus rivales toma sustancias dopantes y cree que la gente que le acusa de doparse tiene "un problema de infelicidad".
El español ha demandado a la exministra francesa Roselyne Bachelot después de que ella dijese este año que el tenista había dado positivo en una prueba antidopaje.
"Yo tengo total confianza y credibilidad en que todos los rivales que tengo enfrente están absolutamente limpios", dijo el tenista.
"No tengo ninguna duda de ello. Primero, porque creo en el programa antidopaje y segundo, porque creo en las personas hasta que se demuestre lo contrario", añadió.
El ganador de 14 grand slams dijo que la gente que le ha acusado de doparse son infelices con sus propias vidas y no les gusta su estilo de juego.
"Lo hacen porque evidentemente tienen un problema personal de infelicidad consigo mismos, y a partir de ahí, buscando más allá, en el aspecto técnico, quizás sólo por mi forma de luchar cada punto, la que he tenido durante toda mi carrera, mi estilo de juego".
El exnúmero uno, que intentará ganar su décimo Roland Garros, niega rotundamente haber tomado ningún tipo de sustancia o haber dado positivo en un control antidopaje.
Decidió demandar a Bachelot después de que ella dijese en marzo en la televisión francesa que su ausencia de siete meses por una lesión en 2012 fuera "probablemente debido a un positivo en un control antidopaje".
Nadal dijo que se había resistido a tomar medidas legales contra la gente que le acusaba de doparse en el pasado, pero que había decidido actuar después de los comentarios de Bachelot.
"Cuando llega un momento en el que las cosas se van repitiendo, y me lo dice una persona que debía ser seria y que la gente de a pie podría pensar que tiene información privilegiada, entonces sí que ya es algo más grave", dijo.
"Cuando una persona así hace comentarios gratuitos, falsos y sin ningún tipo de información, llega un momento en el que se tiene que parar y se ha de luchar por lo que uno es, por lo que uno ha sido durante toda su vida".
Los positivos en las pruebas antidopaje en la élite del tenis son poco habituales, pero ha sido el centro de la polémica desde que la exnúmero uno del mundo Maria Sharapova anunció en marzo que había dado positivo por una sustancia prohibida.