(Reuters) - El tenista español Rafa Nadal se retiró el sábado de su partido en segunda ronda en el Abierto de Miami por sufrir vértigos, mientras que Andy Murray avanzó a pesar de una discusión con el juez de silla tras encontrar una pelota de competición femenina entre las pelotas con las que estaba jugando el partido.
Se escucharon algunos abucheos cuando el 14 veces campeón de Grand Slam Nadal, decidió que no podía continuar con el tercer set, tras encontrarse mal por las condiciones atmosféricas húmedas típicas del sur de Florida.
Nadal se enfrentó en la pista contra el número 94 del ránking, Damir Dzumhur, con un resultado de 2-6 6-4 3-0, mientras que el bosnio se colocaba por delante por 30-15 en su servicio, cuando Nadal tuvo que pedir parar el partido. Esta es la primera vez que el tenista español abandona un partido desde los cuartos de final contra Murray en 2010 en el Abierto de Australia.
"Todo iba bien hasta el final del primer set", dijo Nadal. "Entonces empecé a sentirme mareado, no muy bien. Fue cada vez peor y peor".
"Quería acabar el partido pero en serio no podía. Fue duro porque pensé que estaba jugando bien. Paré porque estaba preocupado por mi salud", añadió.
Nadal llamó dos veces a su entrenador y la segunda vez le tomó la tensión, pero decidió continuar jugando en ambos casos tras una breve pausa.
Dzumhur también se vio afectado por el calor al principio del partido y fue el primero en llamar a un entrenador, pero peleó tras un mal primer set para finalmente tomar el control y conseguir su primera victoria contra uno de los 10 mejores jugadores del mundo.
En el partido nocturno, el británico Murray tuvo un acalorado intercambio de palabras con el juez de silla y acabó ganando por 6-3 7-5 al uzbeko Denis Istomin.
Murray se enfrentó a un punto de partido que le llevó al empate por 2-2 en el segundo set cuando se dio cuenta de que de sus pelotas correspondía a las usadas en partidos femeninos. En los partidos del Open de Miami las mujeres usan diferentes pelotas que se diferencian por llevar una marca roja.
"Esto es increíble. Es una pelota femenina. Podría haberla pegado", se quejó Murray.
Aunque la pelota se retiró de la pista, Murray se mostró visiblemente nervioso y envió a la red un golpe desde el fondo de la pista que le hizo perder el juego.
Murray volvió a quejarse al juez de silla.
"No está bien. ¿Sabe lo diferente que son las pelotas?", le preguntó.
El juez contestó que conocía perfectamente la diferencia pero que no podía hacer nada en referencia a lo que había ocurrido.
"El punto se mantiene. Es lo mismo para ambos", dijo.
Entonces, Murray se calmó, rompió el servicio de su rival y ganó el partido sin mayores incidentes.