Por Tom Perry y Suleiman Al-Khalidi
BEIRUT/GINEBRA (Reuters) - Las conversaciones de paz para Siria que comienzan esta semana en Ginebra se presentan complicadas ya que las partes no muestran señales de buscar compromisos sobre el futuro del presidente Bashar Al Assad, tema central de la resolución del conflicto que se prolonga cinco años.
Los diálogos liderados por Naciones Unidas que comienzan el lunes con respaldo estadounidense y ruso son parte del primer esfuerzo diplomático serio para terminar el conflicto desde que Moscú intervino en septiembre pasado con ataques aéreos que volcaron la guerra en favor de Assad.
La crisis se acerca esta semana a su quinto aniversario y los estados occidentales parecen más decididos que nunca para poner fin a una guerra que provocó el desplazamiento de centenares de miles de refugiados hacia Europa, fortaleciendo al mismo tiempo a Estado Islámico.
Pero si bien la reciente cooperación entre Estados Unidos y Rusia sirvió para reducir el nivel de violencia y llevó a las partes a Ginebra, las posiciones del gobierno y la oposición revelan poco espacio para un acuerdo negociado.
Señalando a una posible escalada en la guerra si no hay avances, el ministerio ruso de Defensa dijo que los rebeldes habían usado un misil antiaéreo para derribar un avión de guerra sirio el sábado.
Los rebeldes dijeron que fue derribado con artillería antiaérea, no con un misil, un arma que los combatientes han buscado pero que los países occidentales quieren mantener lejos de sus manos debido a que representan una amenaza potencial a la aviación civil.
Reflejando la confianza del gobierno en Damasco, el ministro de Relaciones Exteriores Walid al-Moualem advirtió el sábado a la oposición que estaba engañada si creía que podría tomar el poder en la mesa de negociaciones y descartó cualquier discusión acerca de la presidencia.
En tanto, la oposición parece tener pocas esperanzas de que Ginebra los aproxime a su meta de lograr la salida de Assad. Al anunciar su decisión de participar en las charlas de Ginebra, el principal grupo que reúne a distintas organizaciones opositoras dijo que el gobierno se preparaba para más conflictos.
Los rebeldes dicen que están listos para seguir luchando pese a sus derrotas recientes. Esperan que su respaldo internacional, notablemente Arabia Saudita, les envíe armas más poderosas como misiles antiaéreos si colapsa el proceso político.
"Prevemos que si el régimen se pone terco en esta ronda, y no ofrece nada real, será el final de las discusiones y volveremos a la solución militar", dijo Bashar al-Zoubi, un líder rebelde.
La ronda de conversaciones busca avanzar sobre un "cese de hostilidades" que arreglaron Estados Unidos y Rusia y llevó a una considerable reducción de los combates desde que entró en vigor el 27 de febrero.