SARAJEVO, 18 nov (Reuters) - La Unión Europea debe sellar sus fronteras exteriores para disuadir a los migrantes que ya no son bienvenidos en el rico bloque de 27 miembros, dijo el jueves el ministro del Interior de Eslovenia, Ales Hojs, actual presidente de turno del bloque.
En su intervención en una conferencia internacional sobre migración celebrada en Sarajevo, Hojs dijo que los ministros de Interior europeos han estado preocupados por la pandemia de coronavirus, una crisis de los migrantes que calificó de guerra híbrida emprendida por Bielorrusia contra las fronteras orientales de la UE, y la caída del Gobierno en Afganistán.
"Los tres han contribuido además al aumento del número de inmigrantes ilegales que se dirigen a Europa y los Balcanes, desestabilizando la Unión Europea", dijo Hojs a los periodistas.
Los países europeos acusan a Bielorrusia de hacer llegar a miles de inmigrantes desde Oriente Próximo y empujarlos a intentar cruzar la frontera de forma ilegal. Bielorrusia niega haber fomentado la crisis, pero dice que puede ayudar a resolverla si la UE levanta las sanciones que le impuso tras la represión de las protestas del año pasado
Hojs comparó la situación actual con la afluencia de refugiados y migrantes en 2015, cuando la UE aceptó a cerca de un millón de personas que huían de la guerra en Siria, pero dijo que ahora hay una gran diferencia: "Ya no hay 'Refugees Welcome' (Bienvenidos refugiados)".
Dijo que el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, está librando una "guerra híbrida" y que la UE no permitirá que nadie utilice a los migrantes con fines políticos.
Hojs dijo que las conversaciones con Lukashenko aún no han dado resultados visibles, pero cree que la crisis terminará en primavera, cuando Polonia complete el proceso de sellado de sus fronteras.
"Creo que hay que asegurar las fronteras exteriores, incluso con vallas si es necesario", dijo Hojs, añadiendo que apoya una iniciativa según la cual la UE debería financiar la construcción de vallas en sus fronteras exteriores.
(Reporte de Daria Sito-Sucic; edición de Giles Elgood; traducido por José Muñoz en la redacción de Gdansk)