Por Isla Binnie
ROMA (Reuters) - El nuevo presidente italiano, Sergio Mattarella, ha hecho un llamamiento a los legisladores italianos para hacer de la lucha contra el crimen organizado y la corrupción una prioridad del país, utilizando su primer discurso como jefe de Estado para subrayar dos de los flagelos económicos y sociales más persistentes en el país.
"La corrupción ha alcanzado un nivel inaceptable", dijo Mattarella, de 73 años, quien dio su discurso después de haber tomado el cargo ante una bandera.
Mattarella calificó como "héroes" a los magistrados Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, que fueron asesinados por la mafia siciliana Cosa Nostra en 1992 en dos ataques separados.
Luchar contra la ya afianzada corrupción y contra el crimen organizado son "prioridades absolutas", dijo el presidente.
Mientras muchas figuras políticas en Italia han instado a la nación a combatir el crimen organizado, las palabras de Mattarella tienen un significado particular: Mattarella es el primer siciliano que ostenta este cargo. Su hermano, Poersanti, murió al ser alcanzado por un disparo de la Cosa Nostra en 1980.
Desde las décadas de los ochenta y los noventa, cuando la mafia siciliana se convirtió en el grupo de crimen organizado más poderoso del país, Italia ha experimentado un aumento en otro tipo de grupos delictivos, principalmente la Camorra napolitana y la Ndrangheta calabresa. Ambas han desarrollado grandes franquiciias infiltrándose en la actividad empresarial tanto en el norte de Italia como en otras partes de Europa.
Durante los dos últimos años, los fiscales italianos han estado investigando numerosos casos de corrupción, tanto en política como en el mundo empresarial.
Mattarella, católico practicante cuya carrera comenzó en los ya desaparecidos Demócrata Cristianos, ha sido ministro de Defensa en dos ocasiones y más recientemente fue juez del Tribunal Constitucional.