RIAD (Reuters) - El presidente estadounidense, Barack Obama, visitará Arabia Saudí el martes para reunirse con su nuevo rey Salman después de la muerte de su predecesor Abdullah el viernes, una muestra de la importancia de Riad en los mercados energéticos internacionales y en la lucha contra la insurgencia islamista.
El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, el primer ministro británico, David Cameron, el presidente francés, Francois Hollande, y el príncipe japonés, Naruhito, viajarán el sábado y el domingo para ofrecer sus condolencias.
Obama reducirá su visita a India para mostrar sus respetos en sustitución del vicepresidente Joe Biden, que estaba previsto que viajara desde Washington, dijo la Casa Blanca en una nota el sábado.
Los líderes musulmanes mostraron sus respetos el viernes en el funeral de Abdullah en Riad.
Algunos grupos de derechos humanos internacionales, sin embargo, han pedido a los gobiernos occidentales que condenen la represión contra los disidentes y la privación de las mujeres y trabajadores extranjeros en vez de honrar a su último rey.
Salman toma el cargo en Arabia Saudí en un momento de profunda incertidumbre en el reino, rodeado de una región nerviosa tanto por la influencia iraní como por la expansión de los insurgentes islamistas.
El papel del reino es orquestar el apoyo árabe para acciones conjuntas con los países occidentales contra el Estado Islámico que ha ganado las alabanzas de Washington, mientras que su papel como mayor exportador de petróleo es particularmente importante en este momento de inestabilidad de los mercados.
Los aviones saudíes han bombardeado objetivos del Estado Islámico en Siria, sus principales líderes religiosos han reiterado denuncias contra el grupo extremista pese a las similitudes de su ideología y el wahabismo, y la policía ha detenido a miles de supuestos milicianos en la pasada década.
Salman se comprometió el viernes en mantener tanto las políticas del reino como a la mayoría del gabinete de Abdullah, incluidos los ministros de Petróleo, Finanzas y Exteriores.
Los países occidentales también valoran al país como un mercado importante para su industria de defensa y Salman rápidamente nombró a su hijo, el príncipe Mohammed, de 35 años, como su propio sucesor como ministro de Defensa, responsable de los grandes contratos armamentísticos.
Arabia Saudí no tiene un plazo oficial de luto, en consonancia con las ascéticas tradiciones de su escuela wahabi del Islam suní, pero la corte anunció que recibirá condolencias y promesas de lealtad hasta el domingo.